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SER UNIVERSITARIO

Dime con quién dialogas…

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura3 min
Opinión04-06-2006

Zapatero autorizó el encuentro entre el Partido Socialista de Euskadi (PSE) y Batasuna (el ilegalizado brazo político de ETA). Encuentro que ha sido denominado por Patxi López, secretario general del PSE, como una “negociación política”; pero Zapatero lo ha negado al bautizarlo, sin desacreditar a López, como un encuentro para “instarles a que puedan tener el diálogo político”. Blanco, secretario general del PSOE, lo remató: la reunión es para decirle a Batasuna, “mirándola a los ojos”, que debe cumplir la ley. Al hacer todo esto sin anunciarlo previamente al PP y en contra del Pacto por las Libertades que tienen suscrito, Zapatero se ha significado definitivamente del lado de Batasuna y frente al Partido Popular. Sencillamente, ha preferido ceder ante los terroristas a contar con el apoyo del principal partido de la oposición, que representa a más del 40 por ciento de los ciudadanos españoles. Pero lo grave no es que Zapatero se posicione frente al Partido Popular. Lo grave es que promociona al brazo político de los terroristas al concederle ser interlocutor del Gobierno de la Nación al tiempo que degrada al Estado de Derecho, viola la legalidad vigente, ignora la Constitución y veja a las víctimas del terrorismo. Dice Rosa Díez, eurodiputada socialista, vasca y española, abandonada por su partido por tener voz propia, que los 30 años de asesinatos tienen unos culpables, que son los terroristas, pero también unos responsables, identificables en tres grupos: “Los que se han aprovechado políticamente de la existencia de ETA”; los “tibios”, que “siempre miran a otra parte”; y los “cobardes”, representantes del “relativismo moral” que pretenden que los asesinos pasen a ser cargos públicos sin solución de continuidad. Es evidente contra quién dirigía estas últimas palabras, pues es precisamente el relativismo moral la bandera del presidente del Gobierno y de la corriente ideológica dominante del actual socialismo español. Un relativismo moral que les lleva a hacer afirmaciones contradictorias sin desacreditarse mutuamente; que les lleva a afirmar una cosa y obrar la contraria sin solución de continuidad; que les lleva a inocular socialmente unos conceptos frente a otros mientras sostienen que las palabras no significan nada. Personas así están incapacitadas para cualquier forma de diálogo, pues no se las puede tomar en serio. Dice el PSOE que está preocupado por la división interna del PP, que Rajoy sería el bueno con el que dialogar si es capaz de atar a sus lobos malos. Cree el ladrón que todos son de su condición, que diría un amigo mío. Porque quienes sufren un “exilio interior” dentro de su propio partido son los socialistas Rosa Díez, Maite Pagaza, Redondo Terreros, Gotzone Mora y un largo etcétera. Mientras que en el Partido Popular no hay división porque no están a si manda una corriente u otra; sino unidos por algo mucho más importante y anterior a la política, algo que les une incluso con tantos apartados del PSOE: la defensa del Estado de Derecho, de la Constitución, de las libertades de los ciudadanos y de las víctimas del terrorismo. Ya no cabe dudar de hacia dónde nos conduce Zapatero. Porque la duda es buena para formar un espíritu crítico, pero prolongarla eternamente es la excusa para no hacer nada que ponen los “tibios” denunciados por Díez. Si seguimos dudando sobre las “bondades” de este presidente, nos ocurrirá como al joven Hamlet: cuando queramos actuar y restituir la justicia, será tarde incluso para salvar al apuntador. Es la hora de la resistencia civil frente a la dictadura relativista de Zapatero.

Fotografía de Álvaro Abellán

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Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach