ANÁLISIS DE SOCIEDAD
El hombre
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad23-04-2006
Nace débil y vulnerable para, a la primera ocasión que se le presente, creerse fuerte y poderoso. Luego, la vida se encarga de darle palos y tiene que enfrentarse a las circunstancias. Las circunstancias le ponen a prueba, pero no menos que hacen el resto, le interrogan, le miden y le hacen elegir. Vivir es cuestión de prioridades, dicen. Y puede hacerlo, lo de vivir, a su aire, a su antojo, según su libre albedrío. Y, de hecho, lo hace, lo hacemos. Hasta que se queda solo. Hasta que nos quedamos solos. Y en el silencio de la soledad surgen las preguntas inevitables. ¿Qué es el hombre? Las respuestas asustan y, él, de sólo pensar en ello, se vuelve débil y vulnerable. Como cuando era un bebé tierno en el regazo de su madre. Pero la idea le golpea las sienes una y otra vez, como un estado febril que se asoma a la locura. A veces, dar una explicación a la vida duele, porque escuece al ego, humilla la sinrazón y desbarata todos los esquemas. Por eso el hombre se siente un bebé desprotegido, fuera de su sitio, del regazo de su cómoda costumbre. Luego llega el llanto. Brotan las lágrimas por aquello que se quedó sin hacer, por lo que se hizo mal y por lo deshecho. Es el momento de la nostalgia, cuando el reloj marca la línea divisoria y en el que comienza a medirse gramo a gramo cada grano de amor depositado, entregado, compartido, apostado, malgastado y perdido. Agotado, el bebé que todos llevamos dentro cierra los ojos para dar la bienvenida al sueño. Mañana será otro día. Seguramente, uno nuevo.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo