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ORIENTE PRÓXIMO

Gobierno y Presidencia palestinas se enfrentan tras el atentado de Tel Aviv

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura3 min
Internacional23-04-2006

El atentado perpetrado en Tel Aviv la pasada semana en el que murieron nueve personas fue calificado como “acto de resistencia”, y por tanto, “como una reacción natural a los crímenes cometidos por Israel” por parte de Semi Abu Zhuri, uno de los portavoces de Hamas. En la misma línea se mostró el portavoz del Ministerio del Interior, Khaled Abu Hilal, quien dijo del ataque terrorista reivindicado por la Yihad Islámica: “es el resultado directo de la agresión y la política de ocupación israelí”.

El ataque terrorista del lunes pasado acabó con la vida de nueve israelíes e hirió a medio centenar de personas que se encontraban en el restaurante “The Mayor’s Falafel”, un establecimiento que ya fue objetivo de un ataque similar hace tres meses pero en el que no hubo muertos. Las horas que siguieron al atentado podrían haber servido a Hamas para mostrase a la altura de las circunstancias, como organización que lidera el Gobierno de todos los palestinos, incluído el 40 por ciento de la población palestina que se opone abiertamente a operaciones suicidas como la del lunes pasado, según indican los resultados del estudio de opinión realizado en marzo por el Centro de Medios de Comunicación de Jerusalén. Sin embargo, Hamas se puso del lado del 56,2 por ciento que apoyan este tipo de operaciones. Prueba de ello son las palabras de Sami Abu Zhuri y de Khaled Abu Hilal. Por su parte, Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) insistió en su condena a los atentados de este tipo e instó al gobierno de Hamas a cambiar su actitud, en vano. “Este tipo de acciones dañan los intereses palestinos, y nosotros, como Autoridad y Gobierno, debemos acabar con ellos”, declaraba Abbas horas después de la mortal explosión registrada en Tel Aviv. Las diferentes posturas entre Abbas y el Gobierno islamista palestino que lidera Ismail Haniye se han podido ver no solamente respecto a este ataque contra civiles israelíes. A finales de la semana pasada, comenzó un nuevo pulso entre Haniye y Abbas relativo a la voluntad del Gobierno palestino de que Yamal Abu Samhadana ocupe el cargo de comisario general del Ministerio de Interior y sea el líder de una nueva fuerza policial palestina. Pero el pasado y el presente de Yamal Abu Samhadana son turbios. De hecho, es líder destacado de los Comités de Resistencia Popular, una facción próxima al brazo armado de Hamas que ha cometido ataques contra Israel, y en consecuencia, el Estado israelí lo amenaza, como hizo el viernes pasado el Gobierno hebreo al afirmar: “su puesto no le proporciona ninguna impunidad”. Tayeb Abdel-Rahim, uno de los íntimos colaboradores de Abbas, reveló la semana pasada que, en breve, el presidente enviará una misiva a Haniye para asegurar que la decisión de nombrar al jefe de los Comités es “ilegal” y que por ello el presidente recuerda al Ejecutivo que puede cancelar el nombramiento. A pesar de estos notables motivos de tensión, Gobierno y Presidencia palestinas guardan, por lo pronto, la misma posición frente a la gravísima bancarrota que sufren sus instituciones. En un tono no muy distinto con el que ya se ha pronunciado Haniye sobre el cese de las ayudas europeas a la ANP, Abbas decía a Gilles Paris, el enviado especial del Le Monde en Ramala: “El fin de las ayudas europeas no está justificado y hay urgencia”. Abbas estará en París esta semana para intentar persuadir a Francia y a los europeos de su deber de reiniciar los programas de ayuda económica a la ANP. Mientras, 135.000 funcionarios palestinos de los que dependen el 30 por ciento de las familias todavía siguen sin cobrar su salario del mes de marzo.

Fotografía de Salva Martínez Más