ANÁLISIS DE DEPORTES
Renault no va a ayudar a Alonso
Por Roberto J. Madrigal
3 min
Deportes23-04-2006
Tras el parón del Mundial –un descanso de tres semanas que los equipos han aprovechado para acumular kilómetros de test y desarrollar nuevas evoluciones en los monoplazas–, en el que los rumores han surgido con fuerza, el más sorprendente que Michael Schumacher podría fichar por Renault, cuyos pilotos terminan contrato a final de temporada, y retornar bajo la tutela de Flavio Briatore, después de diez años. Otra posibilidad factible, aunque lejana, es que Telefónica mantenga su patrocinio e intente alinear a un piloto español, Pedro de la Rosa. Sin embargo, el catalán –aunque deseoso de subirse de nuevo a un volante oficial y dejar de ser probador– se mantiene cauto y abre la puerta, por si acaso, a que McLaren pueda alinear a un segundo equipo, en el que tendría todas las papeletas. Y en ésas Fernando Alonso, más tranquilo porque ya anunció su futuro antes de empezar la temporada, afronta con madurez y confianza las primeras carreras de la temporada europea. Por lo pronto, el vigente campeón ya ha alejado la euforia de quienes buscan los paralelismos con la temporada anterior, en la que tomó ventaja en el campeonato tras las primeras carreras. También ha tenido tiempo de recordar, a quienes comparan su progresión en Renault con los números que Schumacher acumuló durante su etapa en Benetton, que sus miras no están encaminadas a perseguir los récords y la longevidad deportiva del piloto alemán. Ahora bien, el asturiano, consciente de su posición de fuerza –que sólo tienen, con él, Schumi y algo menos Kimi Raikkönen–, también se permite licencias para hacer declaraciones políticamente incorrectas, que permiten darse cuenta de que los intereses mandan en el circo. No en vano, ya desde la pretemporada avisaba de que sólo encontraría alguna facilidad para que Renault le fuese desvelando las evoluciones del monoplaza R26 si el equipo tenía opciones de ganar carreras o el campeonato. No hay que olvidarlo. En este aspecto, Alonso se muestra aseverativo y hasta cierto punto tajante: “No me han ayudado nunca en los cuatro o cinco años que he estado aquí. Cuando había algún test o alguna carrera en la que necesitaba algo, no obtuve mucho”. Y se remite a algunas de las conversaciones de radio que filtran las retransmisiones televisivas, en las que se quejaba a sus ingenieros. También son significativos los detalles de mimo que Briatore ha tenido para con Giancarlo Fisichella, por un lado para picar la competitividad en el equipo y, por otro. para abrir la posibilidad de que el italiano se gane por sus resultados la renovación con la marca del rombo. En la Fórmula 1 pocas o ninguna palabra son de fiar, pues mandan las traiciones. Lo único cierto es que, por su rendimiento y currículum, tanto Alonso como Schumacher tienen una cierta impunidad. Pero sólo el heptacampeón alemán tiene peso específico en Ferrari como para que el equipo esté a su disposición, y no al revés. A Renault le va a dar igual cuál de sus pilotos gane el campeonato, y sólo harán lo imprescindible para conseguir resultados con quien saben que se va a ir a final de temporada. Ni un gramo más de esfuerzo ni de información confidencial.
