SIN ESPINAS
El día del padre
Por Javier de la Rosa
1 min
Opinión19-03-2006
Este domingo fue san José, el día del padre. Una figura imprescindible para todo ser humano; y que marca su desarrollo personal a lo largo de su vida. No sólo como patrón psicológico sino como modelo afectivo y como primer referente de la noción de Dios, cuya idea primera idea subjetiva puede asimilarse a su progenitor. La imagen paterna que ha dejado san José es el de auténtica abnegación, humildad y servicio a la voluntad de Dios. De san José se sabe muy poco pero queda claro en los Evangelios que su misión fue la de un padre para Jesús y un esposo para María. Aceptó su misión y ahí quedará siempre su gran labor en la historia de la humanidad. Generosidad, servicio y humildad son las tareas más destacas que definen a este paradigma de padre en la tierra. Por eso, todo papá que se pregunta que ha hecho mal cuando su hijo le sale “rana” puede encontrar en la comparación con José los ingredientes del éxito. En una España secularizada y alienada por el materialismo consumista, esta conmemoración religiosa también se ha convertido en una excusa para que los grandes almacenes nos hagan chantaje sentimental a través de la publicidad de sus grandes ofertas: “Si de verdad quieres a tu padre, regálale lo mejor en…”. Con reyes magos, cumpleaños, aniversarios de boda, santos y días del padre uno ya no sabe que regalo físico hacer sino están ahí los productores para inventarlo y los publicistas para crearnos la necesidad. Pero creo que un padre normal como san José, acostumbrado a compartirlo todo con su mujer y sus hijos solo espera un poco de agradecimiento de sus hijos, un gesto que puede expresarse de muchas maneras más que con el simple regalo material.
