GUERRA DE PRECIOS

Por primera vez en la historia Fortuna es más cara que Marlboro

Por Elena De Román Martín2 min

Economía28-01-2006

La guerra de precios entre las tabaqueras ha comenzado tras anunciarse el aumento de impuestos. El Consejo de Ministros aprobó esta subida sobre el tabaco con el objetivo de acabar con la proliferación de las denominadas marcas baratas, que representan el 17 por ciento total de las ventas de cigarrillos, según la Asociación Empresarial del Tabaco (AET).

El decreto ley aprobado ordena elevar hasta el 55,95 por ciento la parte del tributo conocida como “ad valorem”, que se unirá al incremento del impuesto específico hasta los 6,20 euros por cada mil cigarrillos, dos euros más que hasta ahora. Tras la aprobación de esta subida, es decisión de los fabricantes trasladar o no el aumento de la fiscalidad a los precios de venta al público. Después de hacerse pública esta medida, la tabaquera hispano-gala Altadis anunció un incremento del precio de las cajetillas de sus principales marcas que oscila entre el 11 por ciento de los paquetes de Fortuna, Nobel y Ducados y el 29,6 por ciento de Ducados Rubio, líder en el segmento de marcas baratas. Con estas subidas, Fortuna, Nobel y Ducados pasan a costar 2,50 euros, un 11,11 por ciento más respecto a los 2,25 euros por los que se vendían hasta ahora. La gigante estadounidense Philip Morris ha respondido a la subida de impuestos con una bajada radical del preciode sus principales marcas, lo que ha desatado una guerra de precios. La reducción ha sido de 40 céntimos en el caso de Marlboro y Chesterfield, que pasan a costar 2,35 y dos euros, respectivamente. Es la primera vez en la historia que Fortuna, la marca insignia de Altadis, es más cara que Marlboro (2,50 frente a 2,35 euros). Philip Morris también ha bajado la cajetilla de L&M, que ahora cuesta 1,75 euros. Aunque no todo ha sido rebajas. Next, su marca de bajo coste, se ha encarecido en 30 céntimos. Estas medidas responden a la insostenible situación que está viviendo el mercado tabaquero. “Necesitamos un diferencial de precios que nos permita competir”, asegura Javier Areitio, director de asuntos corporativos de Philip Morris. Las decisiones adoptadas por la estadounidense han supuesto un fuerte golpe bursátil para Altadis, que podría replantearse su estrategia de precios.

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