Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ROJO SOBRE GRIS

Qué bello es significarse

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura1 min
Opinión24-10-2005

Qué bello es significarse porque significarse es hacerse notar o distinguirse por alguna cualidad o circunstancia, dar a entender o a conocer con propiedad una cosa, representar y significar algún valor. Significarse no es sólo estar a favor o en contra de algo y manifestarlo, sino hacerlo con propiedad, es decir, haciéndole justicia al valor que se defiende con los argumentos que se esgrimen, con la razonabilidad y la verdad de los mismos. Qué bello es significarse, porque en propiedad, no es simplemente estar a este lado o a aquel de la línea, sino tener razones de peso para hacerlo. Significarse es una apuesta, y toda apuesta exige el precio de una renuncia. En este mundo imperfecto, significarse puede tener consecuencias en el orden de lo humano de las que uno se debe hacer responsable y asumir a la hora de elegir a qué lado de la línea quiere estar. Es la autenticidad de los motivos que nos llevan a tomar partido por algo lo que da valor a la decisión de significarse. No son el riesgo ni la valentía de la decisión que se toma los que propiamente dan valor a la apuesta, aunque también estos han de reconocerse. El valor de una decisión y de un posicionamiento viene dado por la verdad de aquello por lo que se apuesta. Pero en estos tiempos que corren, es difícil es apostar por ciertos valores pues el precio que se le puede cobrar a quien se significa a favor de ellos puede ser alto. Pero más alto es el precio de la tibieza y la mediocridad, el de la indefinición y la ausencia de sentido. A la larga, se pagan más caras la vaguedad y la cobardía. Rojo sobre gris a quienes se significan cuando descubren la verdad.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo