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IRAQ

Chiíes y kurdos intentan bloquear el voto suní en el referéndum

Fotografía

Por Susana MendozaTiempo de lectura2 min
Internacional09-10-2005

La ONU ha dejado claro que no está a favor de los cambios de última hora para el voto al referéndum. Desde el Parlamento, aprovechando su mayoría, los chiíes y kurdos han votado para endurecer el voto negativo en el próximo referendo constitucional del 15 de octubre.

Los cambios afectan al artículo 61-C de la ley fundamental transitoria, que regula actualmente el país, y, en la práctica, suponen tener en cuenta sólo a los votantes reales para la aprobación del texto y a todos los inscritos para su rechazo, lo que dificulta especialmente esto último. La reacción suní ante los cambios ha sido una reunión celebrada entre los principales líderes para decidir si boicotearán el referendo o si simplemente no irán a votar. El simple hecho de que la población suní no acudiese a votar restaría mucha credibilidad a la Constitución. Aunque toda la población suní diese el “no” o simplemente no acudiese a votar, si la mayoría de los electores en Iraq lo aprueba y si dos tercios de los electores en tres o más provincias no lo rechazan, bastaría para ratificar la Constitución. Pero este hecho supondría iniciar la andadura democrática en Iraq con una cojera y aumentaría aún más la división existente entre las dos poblaciones mayoritarias. Además, haría que la tensión se disparase todavía más si cabe de lo que ya lo está, dado que la proximidad del referendo ha hecho que se sucedan los atentados y la violencia. Bagdad sufrió dos nuevos atentados suicidas, que causaron 10 muertos y 19 heridos, mientras que otras 12 personas, entre ellas cinco de la fuerza de protección de las instalaciones petroleras, resultaron muertas en diferentes ataques en el resto del territorio iraquí. Los soldados estadounidenses, en un intento por frenar la entrada de más insurgentes, dinamitaron ocho puentes de entrada a la ciudad, considerados como las “puertas terroristas a la capital”. La débil democracia iraquí puede no aguantar la falta de consenso entre sus habitantes y los líderes de los diferentes partidos, exceptuando los suníes, llaman al voto afirmativo con carteles pegados por todas partes. El mayor temor de momento, es que la negativa suní -que radica en que el borrador constitucional no tiene en cuenta sus intereses- suponga un estancamiento en el proceso democratizador o una grave escisión que puede resultar muy difícil de solucionar.

Fotografía de Susana Mendoza