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SIN CONCESIONES

El poder de las minorías

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión03-07-2005

Lo mejor de las injusticias es que el tiempo acaba por dar a cada cual lo que realmente merece. El tiempo, para los que no crean en Dios, es el juez de las personas y de sus obras. No importa el éxito que alcance, el poder que ostente o la suerte que acapare. El paso de los años coloca a cada persona donde debe estar. Por muy tarde que llegue, la Justicia siempre impone su dictado en la vida de todo ser humano. Aunque sea, tras el último espiro. Los homosexuales desbordan alegría y satisfacción estos días porque sienten que por fin se ha hecho Justicia con ellos. Por fin pueden casarse con alguien del mismo sexo y por fin pueden adoptar hijos. Tanto gays como lesbianas alcanzan así lo que la naturaleza les ha negado hasta ahora y les seguirá negando siempre. El Gobierno ha cambiado una ley mayoritaria para adaptarla a una minoría minoritaria. Ha roto el matrimonio tradicional que anualmente une en España a más de 400.000 personas para reconocer ese derecho a poco más de 10.000 parejas homosexuales registradas. La nueva ley está diseñada para el 0,1 por ciento de la población pero Zapatero y Fernández de la Vega la proclaman y publicitan como si fuera universal. Quizá alguno de los dos albergue un interés personal en esta defensa a ultranza del ser gay. En cualquier caso, ambos desoyen la voz mayoritaria de quienes apoyan las uniones civiles entre homosexuales siempre que no se les llame matrimonio. Aunque se empeñe Zapatero y lo cante Carlinhos Brown, no es lo mismo. El Gobierno no atiende el clamor de las más de 300.000 personas que se manifestaron en Madrid y, en cambio, sí obedece a las 90.000 que festejaron el Día del Orgullo Gay. Las cifras son absolutamente contrarias a Zapatero. Nadie comprende su empecinamiento. El presidente cede toda parcela de poder a las minorías. No le importa si son homosexuales, republicanos, independentistas o masones. Si puede recabar su voto en las próximas elecciones generales, son un objetivo político para el campeón del talante y del diálogo. Zapatero sería capaz de pactar con el diablo y vender el hito como un distintivo de tolerancia. En realidad, es posible que ya lo haya hecho. Ahí están las conversaciones con Batasuna, la legalización del PCTV y la oferta para negociar con ETA... otra injusticia más que acabará por poner a cada cual donde merece estar. Al fin y al cabo, el tiempo siempre impone la verdad. Lo mismo pasará con el matrimonio homosexual. Quizá tengan que pasar varios años para que el máximo tribunal determine su inconstitucionalidad. Quizá tenga que pasar más tiempo para que la sociedad corrija este inmenso error. Pero, más tarde o más temprano, llegará el día en que la Humanidad comprenda y respete por completo el amor de los homosexuales en su diferencia.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito