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SOLIDARIDAD

El comercio justo, el fin de la explotación laboral infantil

Fotografía Cartel de la campaña organizada por la Coordinadora de Comercio Justo

Por Alfredo L. ZamoraTiempo de lectura2 min
Sociedad14-05-2005

Más de 200 millones de niños entre cinco y 17 años son trabajadores, de los cuales alrededor de 70 millones tienen menos de 10 años. Aproximadamente 200 millones trabajan en condiciones extremadamente peligrosas, y más de ocho millones se ven atrapados en la esclavitud, la servidumbre, la prostitución, la pornografía y otras actividades ilícitas.

Con el objetivo de erradicar esta crítica situación que se vive en África y en Suramérica, las ONG han apostado un año más por el consumo responsable durante el Día Mundial del Comercio Justo. Una lanza contra la explotación infantil y un envite por un trabajo que respete los derechos humanos y que contribuya de manera útil y positiva al desarrollo de los niños. El comercio justo pretende mejorar el sustento y el bienestar de los productos marginados. Es una relación comercial basada en el diálogo, la transparencia y el respeto. Las organizaciones de comercio justo, con el apoyo de los consumidores, se ocupan activamente de ayudar a los productores, de sensibilizar y hacer campaña para cambiar las normas y la práctica del comercio internacional convencional. ¡Defiende SUS derechos! se ha convertido en el lema del Día Mundial del Comercio Justo de 2005. Cerca de 100.000 voluntarios de toda Europa han explicado a los consumidores la crítica situación laboral que sufren muchos niños, y cómo a través de un consumo responsable se están defendiendo los derechos de esos menores de edad que soportan condiciones laborales infrahumanas movidos por la pobreza y el hambre. En Europa ya hay 2.500 tiendas de comercio justo que venden productos del Sur basándose en una serie de requisitos: la buena condición de trabajo, el respeto a los derechos humanos, la paga de un salario justo, el establecimiento de relaciones comerciales a largo plazo, y el apoyo a los productores. Las organizaciones dedicadas a impulsar esta forma de comercio, cuyo apoyo ha crecido en 2004 casi en un 50 por ciento, se han instalado ya en las grandes superficies dedicadas a la alimentación. Intermón, que cuenta con 35 tiendas en toda España, ha firmado acuerdos con ocho cadenas, e incluso ha comenzado a colaborar con La Moncloa. "Viajé más de 300 millas buscando trabajo. Me incorporé a una plantación de cacao de Costa de Marfil. Trabajé de sol a sol cuidando y recolectando las vainas de cacao. Sólo comía plátano cocido y estaba muy débil por el hambre. Si me retrasaba en mi trabajo me pegaban. Cuando intenté escapar me pegaron salvajemente". Una escalofriante declaración de Drissa, un niño de Mali, sobre su situación laboral. Un panorama por el que debemos luchar y por el que podemos hacer mucho con muy poco, sólo con un consumo responsable la explotación infantil puede desaparecer.

Fotografía de Alfredo L. Zamora