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LEGISLACIÓN

El Gobierno aprueba el proyecto de Ley de Reproducción Asistida

Por Alejandra Linares-RivasTiempo de lectura1 min
Sociedad06-05-2005

Las puertas a la fertilidad quedan abiertas. Todo por facilitar a las usuarias de la técnica el tener un hijo biológico a pesar de sus dificultades e incrementar las garantías de éxito. Entre otras cosas, los embriones sanos podrán donar células para curar a sus posteriores hermanos, en caso de que éstos tengan alguna anomalía.

La Ley de Reproducción Asistida supone la regulación de todo tratamiento con embriones y gametos. De este modo se establecen con claridad los límites de la legalidad en este campo y las consiguientes sanciones que radicarían del incumplimiento de la norma. El proyecto de esta Ley incluye la técnica de selección genética, a través del diagnóstico preimplantacional. Dicho procedimiento hasta ahora sólo podía emplearse para detectar anomalías en un embrión. Con esta nueva normativa, se permitirá la curación de los fetos enfermos con células procedentes de sus hermanos. De momento, esta práctica se realiza en un número muy reducido de países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Reino Unido o Bélgica. Otra novedad de las nueva Ley será la posibilidad de fecundar un número ilimitado de ovocitos en cada ciclo reproductivo. Desde 2003 se consentía un máximo de fecundación de tres óvulos. En cuanto a la donación de éstos, de gametos y de preembriones, queda determinado que será gratuita y confidencial. También se establecen así los parámetros para la congelación e investigación con ellos. Entre las restricciones que plantea la Ley de Reproducción Asistida, se prohíbe el uso de madres de alquiler, la clonación humana y la selección genética con fines terapéuticos para terceras personas. Igualmente, deben reunirse los requisitos necesarios para acceder a estos métodos de reproducción. La usuaria deberá ser mayor de 18 años en todo caso y tener buen estado de salud psicofísico y plena capacidad de obrar. Además, si estuviera casada debería contar con el consentimiento de su pareja. Para que todo esto se materialice, el nuevo proyecto será remitido a las Cortes para su autorización definitiva.

Fotografía de Alejandra Linares-Rivas