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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Miedo a la verdad

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España06-03-2005

Maragall acusa a CiU de corrupción, pero CiU arremete contra Piqué y el Partido Popular aunque finalmente demanda a su acusador con la promesa de retirarla si Maragall se retracta. Es como si a uno le muerde un perro, y en lugar de acusar al dueño que lo llevaba sin bozal, arremete contra el viandante que se ha parado para sacarle de las fauces del canino. Es más: como si finalmente denuncia al dueño de la bestia prometiendo retirar la misma si le pide perdón. El comportamiento levanta sospechas, cuando menos. Josep Piqué no ha ocultado ninguna de sus intenciones respecto a la moción de censura contra el President catalán, Pasqual Maragall, la tercera de la historia de la democracia en Cataluña, y la tercera que terminará rechazada pues sólo la apoyarán los 15 diputados del Grupo Parlamentario Popular en Cataluña. Sus intenciones son desgastar al Gobierno tripartito y exigir al President las convenientes explicaciones respecto a su acusación, que es, a su vez, una acusación de esas que se sintetizan en el “tú más”, a raíz del desastre del Carmelo. La primera intención es legítima, y lógica siendo el PP un partido de oposición tanto en Cataluña como en el resto de España. La segunda no es otra que la de buscar la verdad. ¿Quién es el responsable del desastre del Carmelo? ¿Qué intereses ocultos e inconfesables se esconden detrás de unas paredes y unos cimientos endebles y vulnerables que han dejado a decenas de familias sin vivienda, sin memoria? La verdad se esconde. Mejor dicho: la verdad la esconden. El 11-M, un año después, sigue caracterizado por los interrogantes no resueltos y por una cadena de agravios e injusticias derivadas de esa perseverante búsqueda de envoltorios con los que esconder la verdad. La verdad a la que los ciudadanos tienen derecho, la verdad a la que las víctimas tienen derecho. Esa verdad que tanto se acusó al anterior Gobierno de mancillar, la que reclamaban los manifestantes después del desastre del 11-M y a la que el nuevo presidente del Gobierno prometió no fallar, esa verdad sigue oculta. ¿Alguien puede imaginar un mejor homenaje a las víctimas que poner sobre la mesa la verdad? Pero la Comisión del 11-M se cierra en falso, y la prensa demuestra más capacidad para investigar en la trama que las propias fuerzas de seguridad y servicios de investigación. ¿Quién se está aprovechando de la mentira? La Justicia sentenciará. Quizás cuando se cierre el sumario y comience el juicio, previsiblemente a principios de 2006, nos llevemos una sorpresa. De momento, el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, ya ha dado un paso: declarar ante los medios de comunicación que no puede afirmar con rotundidad que el atentado fue sólo cosa del terrorismo islamista.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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