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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Razones para la felicidad

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad23-01-2005

Un informe desvela que los españoles entre 16 y 29 años se sienten felices. A continuación tratamos de explicar el porqué de esta sensación: Primera razón. Quizás no conozcan el verdadero significado de la felicidad, que no es un estado de ánimo y que se puede ser feliz sin estar contento. Por ello, muchos jóvenes sienten bien cuando ven a otros que están peor. Es decir, observan cómo miles de personas de su edad se complican la vida para tener más oportunidades fuera de su país, dejan sus raíces y viven y trabajan donde pocos quieren hacerlo. Segunda razón. Cualquier tiempo pasado necesariamente no tuvo que ser mejor. Aunque los jóvenes se quejan de las condiciones de vida, se quedan en el hogar familiar donde todo está incluido: alojamiento, manutención y, en caso de conflicto con otros miembros de la familia, silencio y televisión, entre otros muchos alicientes. Tercera razón. Parece que la vejez está lejos. Pero todo llegará. Tiempo al tiempo. Muchos jóvenes viven de espaldas a los problemas y, sobre todo, al dolor y la muerte. El ambiente consumista de perfección estética y material hace que los más jóvenes se olviden de que un día llegarán a ser viejos. Cuarta razón. La solidaridad. Parece ser un concepto ligado a la juventud. Pero normalmente no todos los jóvenes se remangan para ayudar al prójimo, pues el perfil del voluntario -aunque con grandes excepciones- suele responder al de un joven que está en la universidad -no todos llegan a la educación superior- y éstos son sobre todo mujeres. Si somos felices, mejor que ayuden otros. Quinta razón. O que ayuden los curas. La máxima del carpe diem acompaña a muchos jóvenes que enseguida critican a quienes se levantan en contra de ellos sin atender a las razones de las críticas. La falta de compromiso y un mal concepto de los valores que les ayudarán a madurar les hace acercarse al ocio fácil sin atender a razones de por qué divertirse y cómo hacerlo. Sexta razón. Con la cabeza puesta en la luna, o cerca de ella. Esa carencia de valores hace que muchos jóvenes se estrellen cuando tienen que enfrentarse a un problema. La anorexia, la bulimia, las drogas, el fracaso escolar o la falta de motivación para formar una familia son algunos de los resultados de esa situación pues muchos no saben que para volar, primero hay que tener los pies en el suelo.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo