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EE.UU. pide a la OTAN ayuda limitada en la guerra contra Irak

Por Txema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional18-01-2003

El Gobierno de Estados Unidos pidió el pasado miércoles formalmente a la OTAN ayuda limitada en caso de que finalmente se produzca una guerra contra Irak. La petición que recibieron los embajadores de los 18 países aliados de Washington en la organización militar incluía una lista de propuestas basadas en las planteadas por el subsecretario de Defensa de EE.UU., Paul Wolfowitz, en diciembre pasado en Bruselas.

Entre las propuestas destacan la protección de Turquía de la amenaza de un contraataque por parte de Irak y la utilización de medios de planificación de la Alianza para coordinar el transporte aéreo y marítimo de tropas y equipamientos, así como el abastecimiento de combustible en vuelo y cobertura aérea para tropas terrestres. Asimismo Washington plantea también la posibilidad del uso de fuerzas colectivas de la OTAN como lo son los aviones AWACS de vigilancia aérea, desactivadores de minas y fuerzas navales para patrullar. Finalmente, el Gobierno de George W. Bush estudia el uso de la fuerza naval aliada en el Mediterráneo, así como que la Alianza contribuya con efectivos en la fuerza de paz que se establecería en el país tras el derrocamiento de Sadam Husein, en las operaciones humanitarias y de ayuda a los refugiados. En cualquier caso, el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, advirtió el mismo día, en una entrevista con el diario alemán Süddeustche Zeitung, de que el presidente Bush está determinado a ir solo a la guerra contra Irak si en última instancia no acaba de obtener el apoyo de la Comunidad Internacional. “Si al final la Comunidad Internacional no está dispuesta, el presidente estima que Estados Unidos deberá asumir en solitario su responsabilidad junto con las naciones que compartan nuestro criterio”, aseguró Powell. Mientras, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, firmó el pasado fin de semana dos órdenes para enviar otros 62.000 militares (infantes de Marina y soldados de infantería) a la zona del Golfo Pérsico, que se sumarán a los 64.000 ya presentes y a los 20.000 permanentemente desplegados en países de la región. El objetivo final del Pentágono en caso de que estalle el conflicto, es que en la zona hayan unos 250.000 soldados, el contingente considerado imprescindible para poder intervenir en Irak. Por su parte, el presidente iraquí, Sadam Husein, en un discurso pronunciado con motivo del 12 aniversario del inicio de la Guerra del Golfo, aseguró que su país luchará “con espadas y fusiles” ante “cualquier agresión” e instó a los iraquíes a “estar preparados para defender el país de cualquier ataque y luchar contra el enemigo” en referencia a EE.UU. y el Reino Unido. Husein comparó a los militares de estos dos países, aunque sin nombrarlos, con las hordas del caudillo mongol que arrasó Bagdad en 1258 y derrocó a la dinastía abásida Hulagu. En este sentido, indicó que el ataque aliado será “una acción suicida y morirán frente a las murallas de Bagdad”.