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JUSTICIA

La Justicia belga rechaza juzgar a Ariel Sharon por las matanzas de Sabra y Chatila

Por Eva Pozueco TurabiánTiempo de lectura1 min
Internacional27-06-2002

Ariel Sharon, primer ministro de Israel, fue acusado de supuesto genocidio hace poco más de un año. El Comité de Víctimas de Sabra y Chatila presentaba una querella contra Sharon y se apoyaba en organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Sabra y Chatila son dos campos de refugiados que están en Líbano y allí murieron entre 700 y 3.500 personas en el año 1982. Por aquel entonces, Ariel Sharon era ministro de Defensa y, presuntamente, dio su visto bueno a las matanzas que allí acontecieron. Tras el proceso judicial en Bruselas contra cuatro ruandeses a los que se les aplicó la ley belga de competencia universal, el Comité de Víctimas de Sabra y Chatila contempló ésta, única en el mundo, como la definitiva solución para condenar a un supuesto genocida como Sharon. La Justicia belga abrió el Caso Sharon en cuanto recibió en sus tribunales la querella que acusa al primer ministro israelí de supuesto genocidio. A lo largo de todo el año que lleva gestándose el proceso para juzgar a Sharon, la tensión entre ambos países, Israel y Bélgica, engordaba cada vez más y enturbiaba las relaciones bilaterales que mantienen. Sin embargo, el tribunal de Bruselas anunció que la ley de competencia universal no puede aplicarse fuera de las fronteras belgas y la denuncia contra Sharon no podrá ser tramitada. De todas formas, la Justicia belga aceptaría una apelación en el caso de que se presentase por parte de la acusación o, incluso, una nueva querella contra Sharon si éste se encuentra en territorio belga. El primer ministro israelí teme que si en algún momento visita Bélgica pueda ser detenido por las autoridades. Las organizaciones que respaldaron al Comité de Víctimas de Sabra y Chatila, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han declarado su desilusión ante el cierre del Caso Sharon. Ambas se refirieron a este hecho como "una oportunidad perdida en el terreno de la justicia internacional y la persecución de los crímenes contra la Humanidad".