Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

CRECIMIENTO EUROPEO

El estancamiento de la economía europea hace tambalear al euro

Por Gema DiegoTiempo de lectura1 min
Economía24-05-2001

Para Alemania será muy difícil crecer un dos por ciento, como tenía previsto. La pérdida de dinamismo de su economía, tradicionalmente la primera de Europa, ha afectado a Francia, que también se ha apuntado a la desaceleración. Europa se arriesga a estancarse mientras contempla cómo la inflación se dispara.

Si el Banco Central Europeo (BCE) bajase los tipos de interés, le aportaría una buena inyección de dinamismo a las economías de la zona euro. Pero también provocaría un fuerte aumento de la inflación. Así que, en la reunión del miércoles de la semana pasada, el presidente, Wim Duisenberg, y sus colegas decidieron dejar los tipos de interés tal como estaban, en un 4,5 por ciento, a la espera de que la inflación quede controlada. Sólo entonces se atreverán a intentar animar la apática economía europea. Esta disminución del crecimiento que ha comenzado en Alemania puede empezar a contagiarse rápidamente a los otros 11 países de la zona euro. En los mercados, los expertos aseguran que, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) alemán disminuye un punto, en los otros países baja tres puntos. Entre tanto, el euro vuelve a caer, situándose en 0,86 dólares (unas 192 pesetas). Bastante culpa de esto la tiene el descenso del Índice de Confianza Empresarial alemán (IFO). Es decir, que los empresarios alemanes se muestran cada vez más pesimistas e invierten menos debido a un descenso de la producción industrial. El antiguo banco central alemán, el Bundesbank, aseguró que el mal momento por el que está atravesando el euro se debe al incremento del precio del petróleo en los mercados internacionales y a la incidencia de enfermedades como la encefalopatía espongiforme bovina (mal de las vacas locas) y la fiebre aftosa en el sector agrario. Las esperanzas para arreglar la situación están puestas en el mes de agosto. Los expertos prevén que será entonces cuando el BCE baje los tipos de interés, y la economía europea consiga comenzar a escapar del agujero en el que se está precipitando sin remedio.