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Los bancos, víctimas de la furia ciudadana por presunta fuga de capital

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Economía20-01-2002

El dinero que depositaron los argentinos en dólares en sus bancos, se ha esfumado. Ahora, todo el dinero que los ciudadanos están recibiendo es en pesos. Por más que el Gobierno de Duhalde prometiese hasta la saciedad que las devoluciones se harían en la misma moneda que se ingresó, en estos momentos los ahorradores en dólares están recibiendo a cambio, y con las restricciones que aporta el corralito, pesos devaluados.

Las últimas demostraciones de furia popular han ido dirigidas a las sedes de los principales bancos en Argentina. Aunque ha sido el Gobierno el creador de este sistema opresivo, los bancos son la personalización de las restrictivas disposiciones económicas que retienen los ahorros de los ciudadanos. Los ahorradores en dólares no están viendo el billete verde porque, como dijo el propio presidente, Eduardo Duhalde, “los billetes ya no están”. ¿Por qué no están?, cabría preguntarse. Parecen existir dos razones: porque los bancos prestaron ese dinero y porque presuntamente ha habido una fuga importante de capitales. Por esta última razón están siendo investigados numerosos bancos con sede en Argentina, entre ellos el BBVA-Banco Francés (filial del español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria) y el Banco Río (del Grupo Santander Central Hispano). Hay dos denuncias presentadas, una por el abogado Juan Carlos Iglesias y otra por el grupo político Alternativa para una República de Iguales (ARI). Las dos denuncias señalan como presuntos culpables, por apoyar estas fugas, al ex presidente Fernando de la Rua y al que fuese su ministro de Economía, Domingo Cavallo. La Semana.es ha tenido acceso a la denuncia hecha por el ARI, en la cual se dice que entre noviembre y diciembre del 2001, antes y después de implantarse el corralito, se ingresaron en Uruguay, país vecino, depósitos de 650 millones de dólares provenientes de ciudadanos no residentes, casi en su totalidad argentinos. La promesa de Duhalde de devolver los ahorros en la moneda en que se hicieron se ha desvanecido. Quienes depositaron dólares recibirán una moneda devaluada oficialmente un 28,5 por ciento y que en las agencias de cambio ha llegado a cambiarse por 2,20 dólares. Esta pesificación está desluciendo las flexibilizaciones del corralito llevadas a cabo por Duhalde. Actualmente, los ciudadanos pueden disponer mensualmente de 1.500 pesos de las cuentas donde se depositan los salarios, y 1.200 pesos del resto de cuentas. A esto se le suma una nueva concesión: tanto ciudadanos y empresas que lo deseen, y dispongan de tal suma, podrán acceder a 5.000 dólares mensuales, pero en pesos (1,40 pesos por cada dólar). Este dinero servirá para operaciones “siempre dentro del sistema”, es decir, para efectuar transferencias o pagos con tarjetas de débito. Además, esta semana (con siete días de retraso) los ciudadanos comenzarán a recibir 500 dólares mensuales, por supuesto devaluados en pesos. Mientras, la inflación en lo poco que ha avanzado el mes de enero, ha aumentado un 1,5 por ciento, y la caída de la recaudación, sólo para el IVA, ha sido de un 20 por ciento, lo cual significa que el consumo sigue contrayéndose.