Próximo destino, cuartos de final

Por Javier Muñoz2 min

El Barcelona puso rumbo a los cuartos de final, tras imponerse al Olympique de Lyon por 5-2. La escuadra culé, muy superior durante todo el choque, ofreció una verdadera lección de fútbol, protagonizando espectáculo difícil de olvidar. El duelo arrancó con un Barça relajado, cómodo sobre el terreno de juego. Los catalanes apostaron por el control del cuero y esperaron su oportunidad buscando espacios entre la defensa rival. Pero aguantar la presión del conjunto azulgrana es complicado, y poco a poco se fueron sucediendo las primeras ocasiones. Los dos cerebros del equipo, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, avisaron en jugadas parejas con sendos disparos desde la frontal del área, y las sonrisas ya se esbozaban en los rostros de la abundante afición local. Aun así, a pesar del claro dominio de los de Pep Guardiola, el Lyon no le perdió la cara al partido en ningún momento y estuvo a punto de marcar el primero de la noche por medio de Karim Benzema. Avisó el Olympique de que aún se mantenía con vida. Pero esto sólo fue un espejismo en un animado Cam Nou ya que, minutos después, Thierry Henry definió a la perfección un mano a mano frente al guardameta Hugo Lloris. A raíz del tanto, el ex del Arsenal se creció, y recordando al mejor Titi de la Premier League, regaló otra alegría a la grada. Xavi pasó de la muerte al galo y otro gol, otro festejo. Guardiola pedía calma desde el área de banquillos, pero los jugadores querían más, estaban hambrientos, ansiosos por sellar cuanto antes la eliminatoria. La consecuencia fue otro gol. Esta vez Leo Messi, tras una excelente jugada individual, batió a Lloris sin problemas. El ritmo del choque aumentaba con cada segundo, aunque para finiquitar una primera parte de libro, faltaba un tanto del tercer delantero local. De origen camerunés y apodado como el león indomable, Eto'o puso la guinda antes de descanso y puso el cuarto en el luminoso. A pesar de esto, y aún con semejante resultado en contra, los franceses jamás tiraron la toalla y lograron un gol al borde del descanso. Jean Makoun cabeceó correctamente a la escuadra de la portería defendida por Víctor Valdés, y devolvió la esperanza a los corazones del público visitante. De vuelta en el terreno de juego, únicamente bastaron dos minutos del segundo periodo para meter miedo en Barcelona. Juninho Pernambucano, a pase de César Delgadao, concluyó adecuadamente una jugada que pilló por sorpresa a la zaga culé y silenció a un estadio eufórico tras la primera mitad. Sin embargo, el Barça volvió a apostar por el control del esférico, y la serenidad y buenas triangulaciones entre los hombres de arriba surgieron de nuevo. Es más, en numerosos momentos estuvieron a punto de conseguir el quinto, el cual finalmente llegó gracias a Seydou Keita. De esta manera, los hombres comandados por Guardiola sellaron su pase a cuartos de final, poniendo el broche de oro a un duelo que tuvo un único dueño: el Fútbol Club Barcelona.