El Barça ya no es invencible

Por Fernando Cruz3 min

Queda claro que la posición que ocupe un equipo en la Liga se olvida cuando un conjunto se deja el corazón en el campo. El derby catalán se disputó con dos escuadras en posiciones completamente opuestas. Los de Montjüic llevaban nada más y nada menos que veintiséis años sin ganar en territorio azulgrana, pero los de Mauricio Pochetino, a pesar de ocupar puestos de descenso, no podían permitirse una nueva derrota. Los de Pep Guardiola, por su parte, no sólo buscaban tres importantísimos puntos que le siguieran manteniendo alejado del Real Madrid, sino que también querían la venganza por el famoso Tamudazo de hace dos temporadas, que les dejó sin campeonato. El partido comenzó con dos equipos que se mantenían en sus posiciones para no romper las líneas. Pero, minuto a minuto, el Barcelona fue cogiendo metros a los periquitos, aunque sin crear demasiado peligro a la portería de Karlos Kameni. La primera gran ocasión del encuentro la tuvo Thierry Henry, quien falló una clarísima ocasión de cabeza dentro del área pequeña cuando, con el portero en el suelo, envió el balón por encima del larguero. Los culés no generaron excesivo peligro gracias a la pareja de centrales del Espanyol, que cuajaron un gran encuentro. Los centrales, Nico Pareja y Daniel Jarque no permitieron ni una sola internada de los delanteros y cada llegada acabó en una ocasión desperdiciada por los locales. Gracias a la gran defensa, los visitantes comenzaron a acomodarse y a tocar el balón, buscando siempre la referencia en Iván de la Peña. Los blanquiazules, poco a poco, se acercaron a la portería de Víctor Valdés, pero a pesar de ello el conjunto de Guardiola era quien seguía manteniendo la posesión del esférico. Aunque, los locales no se conformaron con la posesión e intentaron acercarse alocadamente a la portería de Kameni, por lo que los nervios comenzaron a notarse tanto en los jugadores como en la afición. Para colmo, el Nou Camp tuvo que ver el resto del partido a un Barcelona con diez jugadores cuando el colegiado Delgado Ferreiro expulsó a Seydou Keita tras cometer éste una entrada a Moisés Hurtado. A partir de la expulsión, el Barça se fue alejando del partido, a diferencia del Espanyol, al que se le vio centrado en el juego en todo momento. La segunda mitad parecía que daría más de sí, y así ocurrió, los blanquiazules sorprendieron a los culés tras un gran contragolpe de Anderson Luiz, Nené, que centro al ex azulgrana Iván de la Peña, quien se encargó de rematar el balón al fondo de las mayas de Víctor Valdés que nada pudo hacer para atajar la bola. De la Peña no se conformó con un sólo gol, pues, acto seguido, aprovechó un error garrafal del portero local para mostrar su habilidad y marcar el segundo gol de los visitantes. Debido a ese error el Camp Nou no perdonó a Valdés, que tuvo que aguantar los pitos de la afición el resto de la segunda mitad. Pero, a pesar del 2 – 0, quedaba mucho partido por delante y, poco después, Toure Yayá acortó diferencias y puso el 1 – 2 tras recoger dentro del área un balón rechazado que cayó en sus pies. Tras el gol el Barcelona volvió a crecerse y Eidur Gudjohnsen pudo empatar el partido, pero el islandés no acertó a dar al balón. El Barcelona quiso apelar a la heroica buscando en todo momento las individualidades de Leo Messi, pero no fue el día del argentino y éste no pudo salvar a su equipo como ya lo hizo en Santander. Cuando el partido estaba prácticamente concluido, el Espanyol pudo sentenciarlo gracias a Coro, pero Valdés se anticipó rápidamente al balón. Poco antes del pitido final, los de Guardiola pudieron anotar de nuevo el empate, pero otra vez supo ponerse delante la defensa rival evitar el gol. El partido no dio para más y el Espanyol consiguió una victoria que necesitaba para salir del descenso y para subir su moral ante su principal rival y líder actual. El Barcelona, por su parte, ha bajado el ritmo en estas dos últimas jornadas y con la victoria del Real Madrid ya son siete puntos los que los separan los que sacan los blaugranas a los blancos.