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REINO UNIDO

Tony Blair llama a la unidad en el congreso del Partido Laborista

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional03-10-2004

El primer ministro británico se ha enfrentado a uno de los congresos laboristas más complicados de los últimos tiempos. A pesar de querer agrupar a los militantes de su partido centrándose en la política interna, la guerra de Iraq ocupó la mayor parte de su discurso en Brighton.

Las próximas elecciones británicas, que se esperan para mayo o junio de 2005, se le presentan complicadas al líder del partido en el poder, Tony Blair. Los sondeos indican que el 63 por ciento de los encuestados cree que el primer ministro ha perdido el contacto con la sociedad, el 52 por ciento desea la retirada de las tropas de Iraq y el 36 por ciento afirmó que votaría al Partido Laborista si el actual ministro de Finanzas, Gordon Brown, tomase las riendas de la formación. Interrumpido por las protestas en contra de la guerra de Iraq, que han tomado especial fuerza desde que se conociera, hace dos semanas, el secuestro del ingeniero británico Kenneth Bigley, Blair ha llamado a la unidad en el seno del laborismo. "Tienes sangre en las manos", gritaba un manifestante poco después del comienzo del discurso de Blair que declaró no poder "pedir perdón por derrocar a Sadam Husein". Según el líder laborista "el mundo está mejor sin Sadam Husein" aunque dijo "entender" que la guerra hubiese dividido su país. Blair subrayó que el terrorismo islámico es "un fenómeno totalmente nuevo basado en la perversión de la auténtica fe del Islam" y añadió "hay que hacerle frente, cueste lo que cueste, e impedir que adquiera armas de destrucción masiva". Además, el primer ministro aseguró sentirse frustrado por la situación del conflicto en Oriente Próximo y lo destacó como una de sus "prioridades personales". Tuvo palabras el laborista para el rehén británico en Iraq, cuyo hermano le acusó hace poco de "silencio culpable" con respecto a la situación de las negociaciones con los captores. "Quiero, en nombre de todos, expresar nuestro apoyo y solidaridad hacia Ken Bigley y toda la familia Bigley", expresó Blair. Para disipar cualquier rumor de división interna, Blair calificó a Gordon Brown, considerado como el principal opositor a Blair en su partido y como uno de los sucesores con más empuje, del "mejor Chancellor de la historia". Poco antes de terminar su discurso, en medio de una gran ovación de los delegados presentes, Tony Blair quiso dejar claro su punto de vista sobre Iraq: "la democracia en Iraq y Afganistán significa seguridad aquí, porque si no se toman medidas sobre la amenaza terrorista, desaparecerá la estabilidad de la economía".