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IRAQ

Los terroristas recurren a los secuestros como amenaza

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
Internacional25-07-2004

La semana comenzó con el abandono de Iraq por parte de las tropas filipinas. La causa de su marcha fue Angelo de la Cruz; el rehén filipino que fue secuestrado por un grupo de terroristas y que ya esta en casa con su familia. Sin embargo, la decisión del gobierno de Manila de retirar a sus soldados para evitar la muerte de Angelo, fue criticada por EE.UU., Australia y por el gobierno iraquí. Precisamente se cumple un año desde el asesinato de los hijos de Sadam Husein.

Mucho ha cambiado la situación desde entonces, pero la violencia sigue siendo protagonista. El nuevo Gobierno, encabezado por Iyad Alaui, se marcó como objetivo fundamental combatir este aspecto y restablecer la estabilidad en Iraq. Para ello se tomaron una serie de medidas importantes, pero los resultados, de momento, no son muy esperanzadores. La semana pasada, un nuevo enfrentamiento entre las fuerzas de ocupación y la resistencia se saldó con 25 iraquíes muertos en Ramadi, al oeste de Bagdad. Por otro lado, el martes de la semana pasada fue asesinado el gobernador interino de la ciudad de Basora, Hazem Taufic Ainachi. Se trataba del sexto alto funcionario que moría en Iraq en los últimos seis días. Ciertamente un ritmo demasiado elevado y que de ningún modo contribuye a la pacificación del país. Últimamente, la modalidad más común y que mejores resultados esta dando a los terroristas es el secuestro. La semana pasada fueron raptados siete camioneros –un egipcio, tres indios y tres kenianos- que trabajaban para una compañía kuwaití. A pesar de ellom, el caso más sonado fue el secuestro, del número tres de la embajada de Egipto en Iraq, Mohamad Mamduh Helmi Qotb. En un video emitido por la cadena de televisión Al Yazira, seis encapuchados miembros de grupo Los leones de Alá, mostraron al diplomático egipcio y exigieron a cambio de su liberación que El Cairo cese su colaboración con Washington y con Iraq. Por su parte el gobierno de Alaui consciente de que se podría repetir una reacción como la de filipinas se apresuró a presionar al gobierno egipcio para que n o abandone la tarea de estabilización de Iraq. Sin ermbargo, de momento en Egipto parecen tenerlo muy claro. El ministro de Exteriores egipcio, Ahmed Abul Ghait afirmó. “No hay que ceder a las exigencias de los terroristas. Es lamentable que Filipinas lo haya hecho”.