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BALONMANO

Primer asalto de las finales

Por Miguel VenegasTiempo de lectura2 min
Deportes18-04-2004

El Portland San Antonio se apuntó la victoria en el partido de ida de la final de la Recopa, pero consiguió un margen mínimo -un solo gol- para confiarse en la vuelta contra el Valladolid. El Altea dejó clara su inferioridad con respecto al potente Kiel alemán en la Copa EHF, mientras que el Celje dejó casi noqueado al Flensburg alemán.

La gran noche europea del balonmano español tuvo su cita culminante en la final de la Recopa de Europa. El polideportivo Pisuerga de Valladolid acogió el primer asalto del duelo fratricida entre Pórtland San Antonio y BM Valladolid. Los navarros salieron dispuestos a sentenciar el título en la cancha rival; Jackson Richardson y el extremo Albert Rocas -ex jugador vallisoletano- definían en la portería rival, mientras el cubano Vladímir Rivero se convertía en un muro infranqueable para los hombres de Juan Carlos Pastor. Pero reaccionaron a tiempo y, con el pivote Chema como baluarte -junto con el cubano Julio Fis, autor de siete tantos-, acabaron dejando el marcador final en un apretado 30-31 favorable a los de Pamplona, que mantuvieron su superioridad gracias al brazo de Mateo Garralda, que anotó ocho goles. Así, la emoción se prolonga hasta la vuelta, a la espera de coronar, en el partido de vuelta, al nuevo campeón de la Recopa, con el equipo de Zupo Equisoain como favorito. Menos alegrías hubo en la final de la Copa EHF. El Altea recibía a los alemanes del Kiel en el encuentro de ida de la primera final europea del conjunto español. Los alicantinos plantaron cara a su rival alemán, mucho más experimentado, pero desde el principio del choque, Demetrio Lozano y sus compañeros se hicieron con el control del juego y del marcador. La gran actuación del portero visitante, Henning Fritz, y el acierto goleador de los laterales Christian Zeitz y el sueco Johan Pettersson -entre los dos sumaron 15 goles- llevaron al Kiel hasta una ventaja de siete goles que dejaba sentenciada la final, pero los españoles no bajaron los brazos y redujeron la desventaja en el marcador, hasta dejarlo en un 28-32 más honroso, aunque deja la eliminatoria casi en manos de los teutones. En el premio gordo de la temporada balonmanística, la Liga de Campeones, los eslovenos del Celje derrotaron claramente a los alemanes del Flensburg. El verdugo en semifinales del Balonmano Ciudad Real, demostró ser el equipo más fuerte de Europa, con las brillantes actuaciones de los internacionales Sergej Rutenka, Renato Vugrinec y Edouard Kokcharov, que consiguieron una renta de seis goles: 34-28. Los alemanes deberán encomendarse al calor de su afición para dar la vuelta a la final y convertirse en los nuevos campeones de Europa.