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FÚTBOL

Talentos para el futuro

Por La Semana.esTiempo de lectura3 min
Deportes19-12-2003

El Mundial sub-20 dejó, como suele ser costumbre, muestras de que muchos de los jugadores llegarán a la elite dentro de pocos años. De los jugadores que militan en la Liga española destacaron Andrés Iniesta y Daniel Alves, que además se llevó el Balón de bronce del torneo.

El lateral diestro del Sevilla Daniel Alves demostró una gran proyección: se prodigó en el ataque, dejó detalles de sus quiebros y su velocidad en carrera, y además lanzó faltas y saques de esquina. El egipcio Hosni Abd Rabo fue uno de los defensas más destacados: rápido, incisivo en el remate y preciso en el pase. También el colombiano José de la Cuesta, dominador del juego aéreo, con una gran capacidad de recuperación y un gran espíritu de lucha, en un equipo, el cafetero, que posiblemente haya sido el mejor de la competición. Centrocampistas El volante central de River Plate, Javier Mascherano, se convirtió en líder de un equipo que demostró más garra que fútbol: destacó en las prórrogas que jugó Argentina en octavos y cuartos de final y su seleccionador, Hugo Tocalli, le augura un magnífico futuro en la albiceleste. Cualidades parecidas a las del paraguayo Edgar Barreto, del Cerro Porteño, que se convirtió en el bastión de Paraguay en el medio campo, con sangre fría y una importante presencia. El brasileño Dudu –Bota de bronce y Balón de plata– destacó por su capacidad de llegada, sobre todo en las eliminatorias, combinando técnica, trabajo y plasticidad. Por España se dejó notar Andrés Iniesta, que demostró tener clase, lujo, visión de juego, gol y liderazgo, además de marcar tres goles decisivos para alcanzar la final. El diez de Emiratos Árabes, Ismail Matar, fue el puntal de un equipo flojo, pero que cumplió con su papel de anfitrión. El Balón de Oro del Mundial se consagró en el partido de octavos de final contra Australia, con un gol de bandera que muy presumiblemente, le abrirá las puertas de Europa. El eslovaco Milan Ivana, en su primer Mundial, no le fue a la zaga: sorprendió por su versatilidad: capaz de jugar por las bandas, en el centro o en la punta, fue el alma de su selección, aunque le faltó gol. Delanteros El uzbeco Alexander Geynrikh, del CSKA de Moscú, se mostró incisivo, rápido y muy técnico en un equipo que pecó de inexperto. Arouna Koné, delantero marfileño, hizo de la potencia su mejor virtud, pero también dejó muestras de un toque que se sale de lo común, tras haber progresado físicamente en Bélgica y técnicamente en Holanda. Mientras que el surcoreano Choi Sung-kuk, ariete del Hyundai de Ulsan, fue el puntal del ataque de los Guerreros Taeguk, con un talento evidente para crear las jugadas, lo mismo que el japonés Daisuke Sakata, Bota de plata. El canadiense Iain Hume mostró un gran carácter –plasmado en un corte de pelo al cero, con los colores de su país estampados–, velocidad y habilidad para disparar con las dos piernas, además de marcar tres de los cuatro goles de su selección en el torneo. En cambio, el irlandés Stephen Elliott destacó por su capacidad de brega contra las defensas contrarias: el delantero del Manchester City, además, supo hacer virtud de su sangre fría en el área. Pero la Bota de Oro fue para el estadounidense Ed Johnson, que exhibió ritmo, talento y buena forma para ganarse el respeto.