Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

XXV ANIVERSARIO

El Rey pide que nadie rechace o se apropie de la Constitución

Fotografía
Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
España08-12-2003

La democracia española está de fiesta. Han pasado 25 años desde que los ciudadanos aprobaron en referéndum el vigente texto constitucional. Parece poco tiempo pero se trata del periodo "más largo de estabilidad" que ha vivido la democracia española. Así lo recordó Su Majestad el Rey durante su discurso en las Cortes.

La Familia Real presidió el sábado el más importante de los actos de homenaje a la Constitución española. El Rey y la Reina, acompañados del heredero de la Corona y las infantas, reiteraron su compromiso con las normas de juego que los españoles aprobaron en 1978. El texto sigue vigente un cuarto de siglo después, a pesar de las reclamaciones de algunos dirigentes políticos para que se reforme. El jefe de la Monarquía recordó en su discurso en el Congreso de los Diputados que la Carta Magna fue aprobada "por amplia mayoría y concebida como obra de todos y para todos". "Nadie puede arrogarse la Constitución en exclusiva como propia, ni tampoco rechazarla como ajena", advirtió a los representantes de la soberanía nacional. El Rey fue claro en su mensaje. No quiere que ningún dirigente político juegue con la Constitución e hizo una llamada "a la prudencia y a la responsabilidad" para fomentar el diálogo y preservar el consenso. Todos los partidos podrían darse por aludidos con las palabras de Don Juan Carlos, aunque lo cierto es que ninguno lo ha hecho. El presidente del Gobierno, José María Aznar, está en contra de cualquier reforma constitucional que altere el modelo de Estado y sólo admite pequeñas modificaciones que no afecten a lo "esencial". Entrar en un debate sobre la vertebración del país sólo llevaría, a su juicio, a abrir un conflicto que se cerró en 1978 y que no se sabe "dónde termina". El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, apuesta por llevar a cabo al menos varias reformas constitucionales para optimizar las funciones del Senado, acabar con la discriminación de sexo en la Corona e introducir una mención especial a la vinculación de España con Europa. Otros partidos, fundamentalmente los nacionalistas, van mucho más allá y hablan de aumentar el autogobierno de las comunidades autónomas e incluso dejar la puerta abierta a su independencia. El debate no ha hecho más que empezar. El resultado de las elecciones generales de 2004 y los socios del futuro gobierno pueden resultar claves para que haya o no una reforma de la Constitución en la próxima legislatura.