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La neumonía asiática trajo graves consecuencias

Por Sandra CarreteroTiempo de lectura1 min
Sociedad10-09-2003

La población asiática enferma, los medios de comunicación se hacen eco, la economía baja, mueren muchas personas por un virus desconocido que se propaga con facilidad. La neumonía asiática se ha cobrado este año la vida de más de ochocientas personas en aproximadamente cinco meses y ha contagiado a más de ocho mil.

El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), nombre técnico con el que se bautizó a esta enfermedad, se ha extendido por gran parte del planeta, aunque su mayor catástrofe la ha hecho en el continente asiático, de ahí su apodo. La neumonía asiática ha viajado sin control por el mundo: Austria, Francia, Reino Unido, Alemania, España, Canadá, Estados Unidos... y numerosos países lejos del sudeste asiático han sufrido el azote del virus. Para detectar la enfermedad es necesario reconocer los síntomas, similares a los de la gripe: fiebre alta, dolores musculares, cefalea y molestias en la garganta. Éstos evolucionan hasta una neumonía y puede conducir a graves problemas respiratorios que necesitan de un ventilador artificial. Las medidas y recomendaciones para frenar el avance del virus en su día fueron: evitar viajar a los lugares más afectados. Se cerraron escuelas de primaria y secundaria, se puso a la población en cuarentena y con los más afectados se practicó el aislamiento para evitar posibles contactos con las demás personas. Durante un tiempo la población asiática estaba dominada por las mascarillas blancas que tapaban parte de los rostros y se extremaron cuidadosamente las precauciones en hospitales (lugares de fácil contagio y propagación del virus) y aumentaron las tareas de limpieza en las zonas públicas.