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Alemania acata con serenidad la amonestación de Bruselas y propone soluciones

Por Asun LosadaTiempo de lectura1 min
Economía12-01-2003

El Gobierno alemán ha recibido sin demasiada sorpresa la reprimenda de la Comunidad Europea acerca de las escandalosas cifras de déficit público que viene sufriendo en los últimos meses. El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, ha propuesto una serie de medidas denominadas Hartz con las que procurará que el Gobierno alemán supere el déficit del 3,75 por ciento alcanzado en el 2002.

De este modo, la comisión gubernamental Hartz ha hecho públicos en los últimos meses unas propuestas radicales para luchar contra el paro. Con esta serie de disposiciones el Gobierno de Schröeder pretende solucionar el problema del paro que se ve amenazado ahora con una huelga, la primera en esta última década. Pese a la gravedad del estado de las cuentas alemanas, tanto el presidente del Gobierno como el Ministerio de Finanzas se han tomado con tranquilidad la reprimenda europea. El portavoz del Gobierno alemán anunció alegrarse de que la comisión tomase estas medidas: "Nos alegramos abiertamente de la toma de posición de Bruselas". "Para relanzar el crecimiento de Alemania hemos iniciado reformas de gran amplitud en el mercado laboral y en los sistemas de seguridad social", aseguró el portavoz. Schröeder ha prometido también que contendrá el gasto como primera medida, solución que no ha gustado a diversos sectores alemanes, que amenazarán con una inminente huelga general. Pese a la voluntad del Gobierno alemán, los expertos no confían demasiado en los pronósticos presentados por el Ministerio de Finanzas y aseguran que los recortes deberán ser aprobados por la Cámara Alta alemana antes del 21 de mayo, siempre y cuando el crecimiento de la economía alemana llegue al 1,5 por ciento.