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Series

The Rain: lo nuevo de Netflix

Por Ana Cabrera GambariniTiempo de lectura2 min
Cultura07-05-2018

Se estrenó en Netflix el 4 de mayo de 2018 y consta de ocho capítulos de entre 35 a 45 minutos.Creada por Jannik Tai Mosholt, Esben Toft Jacobsen y Christian Potalivo, The Rain es la primera serie danesa original de la plataforma en la que nos enfrentaremos a un mundo postapocalíptico protagonizado por Alba August, Lucas Lynggaard o Mikkel Boe Følsgaard, entre otros.

Netflix y su manía de crear terror donde había indiferencia, incluso para atreverse a decir placer. La venden como una serie parecida a Los 100, Dark o Stranger Things. Ambientada en un mundo post-apocalíptico donde la lluvia mata a los seres humanos. La serie, además, está cargada de suspense y terror psicológico.

Con ese tono propio de las series oscuras de esta plataforma digital, The Rain narra la historia de un mundo apocalíptico donde la lluvia sí, como leen, la lluvia es la portadora de un virus mortal.

Esta idea de usar a la lluvia como enemigo, ya se llevó a la pequeña pantalla con Rotten Rain, la primera serie de género thriller post-apocalíptico de ciencia ficción producida por Audivio Multimedia (empresa española). Pero no es la primera vez que Netflix usa como enemigo a lo atmosférico. El año pasado estrenó La niebla, la nueva adaptación de la obra de Stephen King que se estrenó en Netflix España el pasado 25 de agosto.

Tiene un estilo de cámara que recuerda a The OA, con esos movimientos de plano lentos, haciendo parecer al espectador que no es el único que observa la escena. Y esas ausencias largas de diálogo, con planos detalle llenos de música cuyo género no sabría calificar.

La idea general de The Rain es buena. Cuenta con tensión, amor, y el tema de la ciencia y el afán que casi siempre les achacan a los científicos del cine, de crear virus que accidentalmente provocan la extinción de la mitad de los seres humanos.

La historia tiene mucho futuro. Con tan solo ocho capítulos en esta primera temporada, ya han plantado la semilla de la curiosidad en algunos espectadores. Aunque puede que lo que impida ser un “bombazo” sean los actores. No se llega a empatizar ni a encariñarse con ninguno de ellos, pues van soltando pequeños detalles de sus vidas, sin llegar a profundizar, si quiera en la superficie del personaje.

La serie se focaliza más en el amor adolescente, que en la temática post-apocalíptica. Y parece que saben que erran en esto, pues no es casi en los últimos diez minutos de cada capítulo, cuando inyectan mucha tensión y dudas, pasando a los créditos sin más. “Se quedan muchos cabos sueltos por querer hacer la serie más dinámica” la describió, muy sabiamente, una amiga de la periodista que escribe este artículo.

No esperen el típico cine estadounidense que cuenta posibles finales del mundo, donde los personajes son héroes, y todos acabarán felices y reunidos. Se trata de cine europeo (Dinamarca) y solo por eso, por ser diferente, merece la pena.