Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

El PSOE de Pedro

Fotografía
Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España22-05-2017

Para gobernar España es necesario un plan más allá de que no te agrada Rajoy, que por no gustar no gusta ni a muchos de sus propios votantes. A ninguno de los tres candidatos en las primarias socialistas se le conocía un proyecto porque sus respectivas campañas han sido básicamente personalistas. El militante del PSOE ha ido a elegir a quién le cae mejor y no al candidato que de verdad podría lograr más votos en las próximas elecciones. Solo así se entiende la victoria de Pedro Sánchez después de sus dos estrepitosas derrotas. A Susana Díaz y Patxi López al menos les asistía el beneficio de la duda, a Pedro Sánchez no.

Sánchez era el único de los tres que no ofrecía dudas acerca de la ausencia total de proyecto, si entendemos por proyecto lo que pasa el día después de tomar el poder. Caer bien puede ser un argumento suficiente para ganar unas elecciones hoy en día, pero fuera de la militancia propia no hay nada en Pedro Sánchez que invite a pensar que su tirón electoral fuese a mejorar en el futuro. Se suma el handicap de que ya no es diputado por lo que no podrá medirse al presidente en el Congreso. También que asume un PSOE partido en dos con demasiados varones en su contra. Y aún habría que decidir el candidato que se mediría a Rajoy, lo que abriría otro debate interno en el partido.

La idea de España que tiene Sánchez consiste en una calculadora en la que suma los escaños que necesitaría para ser presidente independientemente de su color. Lo que hoy es la bandera de España mañana es reconocer a Cataluña como nación para pasado matizar que sólo en el terreno de lo cultural. Lo que hoy es populismo inaceptable, mañana es una opción válida para pactar. Lo que un día se soluciona con la vía portuguesa, al otro con el mestizaje ideológico. Todas estas contradicciones han jalonado la carrera política de Sánchez, una constante huida hacia adelante para al final haber llegado al mismo punto de partida con un PSOE aún más debilitado por la fractura interna en la que han sido sacrificados todos sus referentes históricos.