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Oriente Próximo

Israel y Turquía normalizan su relación seis años después

Por Luis Lautenschlaeger FeijóoTiempo de lectura3 min
Sociedad27-06-2016

Buena noticia para la estabilidad de Oriente Medio. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el líder de Israel, Benjamín Netanyahu, han anunciado este lunes un acuerdo que pone fin a las tensiones vividas entre ambos países desde el 2010, cuando las fuerzas navales israelíes asaltaron una flotilla internacional que se dirigía a Gaza para entregar ayuda humanitaria, provocando la muerte de 10 ciudadanos turcos. Por lo tanto, tras seis años conflicto, ambas naciones volverán a intercambiar embajadores y se reanudarán las visitas oficiales entre los líderes de las mismas.

Importante acercamiento entre Turquía e Israel. Ambos países han llegado a un acuerdo este lunes para retomar sus relaciones diplomáticas y sellar la reconciliación.Dicho acercamiento, que se produce por el interés y la mutua dependencia económica, pondría fin a un conflicto que ha durado más de seis años.

Las tensiones entre Turquía e Israel comenzaron en el 2010, cuando las fuerzas navales israelíes asaltaron una flotilla internacional que llevaba ayuda humanitaria a Gaza. En este ataque murieron 10 ciudadanos turcos, lo que motivó que se pusiera punto y final a una relación estratégica y de colaboración que nació en la Guerra Fría.

En cambio, cabe destacar que el acercamiento tan solo ha sido propiciado por el interés. La construcción de un gaseoducto entre la extensa reserva natural situada ha hecho despertar al presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, y el turco, Recep Tayyip Erdogan, conscientes de la dependencia mutua. A ello hay que añadir la necesidad de vender ese gas y la irrupción en el mercado europeo, dos factores clave para entender la restauración de esta relación.

"Creo que es un paso importante para normalizar la situación. Puede tener  inmensas y positivas repercusiones para la economía israelí", aseguraba Netanyahu de su reunión en Roma con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry. Al mismo tiempo ha destacado la relevancia que puede tener el mismo para “reforzar la estabilidad” en Oriente Medio.

La negociaciones para dar este paso llevaban fraguándose dese hace meses. Entre otras cosas, dicho acuerdo supondría el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas, lo que incluye el nombramiento e intercambio de embajadores y la reanudación de visitas oficiales.

Sin embargo, y a pesar de las consecuencias positivas que puede tener esta reconciliación, el camino no ha sido fácil. Erdogan había exigido una serie de condiciones a Israel, dos de ellas relacionadas con el conflicto que les separó en 2010. Así, Netanyahu se vio obligado a pedir perdón en 2013 por lo ocurrido, después de encontrarse en Jerusalén con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Después, en 2015, aceptó indemnizar a las familias de las víctimas con más de 20 millones de euros.  En cambio, el mayor problema vino con la tercera condición impuesta por el mandatario turco que conllevaba el levantamiento  del bloqueo israelí a Gaza. Finalmente, esta se ha terminado resolviendo mediante una flexibilización que permite a Turquía llevar ayuda humanitaria a Gaza través del puerto israelí de Ashdod y construir allí hospitales, una central eléctrica y una planta desaladora.

Por su parte, Turquía, se ha comprometido a anular las demandas judiciales contra oficiales israelíes por el asalto en altamar del 'Shayetet 13' y a evitar la planificación de ataques terroristas por parte de Hamás. Hay que añadir que dicho grupo islamista palestino es uno de los culpables del deterioro de las relaciones entre ambos países durante los últimos años, y la intención principal de Israel pasaba por su disolución. En cambio, Erdogan, que se reunió el pasado fin de semana con  Jaled Meshal, líder de la formación,  se ha negado en rotundo a terminar con el mismo, aunque se ha comprometido a “hacer esfuerzos” para conseguir que esta libere a dos ciudadanos israelíes detenidos en Gaza y devuelva los restos mortales de dos soldados.

A pesar de los apoyos que ha recibido esta noticia, también ha sufrido muchas críticas principalmente procedentes de Israel. "Israel no debe premiar una flotilla violenta ni indemnizar a familias de terroristas que atacaron con armas a los soldados que sólo estaban garantizando el bloqueo marítimo de Gaza reconocido legal por la ONU. Es una humillación nacional", criticaba el ex ministro del Likud, Gideon Saar. “"No se puede aceptar indemnizar a los que atacaron a nuestros soldados", añadía el líder laborista y jefe de la oposición Isaac Herzog.