Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

TURQUÍA

El PKK acusa a Erdogan de aliarse con el Estado Islámico

Por Selene PisabarroTiempo de lectura2 min
Internacional11-10-2015

Turquía está hoy en el punto de mira internacional. Sin embargo, el conflicto y la inestabilidad que vive arrecian en sus calles desde hace meses. Por una parte, intenta hacer frente a los yihadistas que llegan desde Siria e Irak y que pasan por sus fronteras en su camino hacia Europa. Por la otra, desde que el pasado julio se rompió el cese al fuego entre el Gobierno y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha provocado una ola de violencia en el país.

Todo comenzó el pasado 20 de julio cuando el autodenominado Estado Islámico perpetró un ataque suicida en la ciudad turca de Suruç. Fue el detonante para que el PKK se tomara como una ofensiva el atentado, que mató a 33 estudiantes que participaban en juventudes del kurdo Partido Socialista de los Oprimidos (ESP). Inmediatamente, el PKK rompió el alto al fuego que se proclamó hace dos años, al pensar que se trataba de una alianza del EI y el Gobierno turco.

Apenas unos días después, el Ejército turco atacó varias bases del EI en Siria pero también otras del PKK, lo que despertó la ira de los kurdos –una etnia que reparte la población entre el sur de Turquía, Irak y Siria-. Desde entonces, la ola de violencia no ha cesado y los rebeldes kurdos mataron a 14 policías, con la posterior respuesta del Gobierno, que acabó con la vida de 40 personas en campamentos kurdos.

Aunque han intentado reanudar el alto el fuego antes de que lleguen las elecciones del próximo 1 de noviembre, en apenas dos semanas es poco claro un panorama de tranquilidad absoluta. En las elecciones del 7 de junio los kurdos aliados a las fuerzas izquierdistas en el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) obtuvieron el 13,1% de los votos, lo que impidió a los islamistas formar una mayoría absoluta para crear el Gobierno. Precisamente, los opositores denuncian que lo único que busca el partido de Erdogan para los próximos comicios es renovar los votos y alcanzar esa mayoría que perdió en junio tras el éxito del HDP. De esta forma, los islamistas podrían cambiar la Constitución y que su presidente cuente con atribuciones ejecutivas y no sólo protocolarias, como hasta ahora.

Este último atentado pone contra las cuerdas a los islamistas, a los que el PKK acusa de atentar contra los kurdos. Por su parte, el PKK emitió este sábado un comunicado en el que aceptó una tregua –que sólo romperá si es en defensa propia-, aunque fuera unilateral, hasta los comicios, algo que no cree que suceda el Gobierno de Erdogan. Por su parte, el presidente les ha advertido de que o dejan las armas o serán expulsados del país.

A esto se le une el conflicto con los yihadistas. Turquía es la frontera con Irak y Siria, cuna del Estado Islámico, por lo que es normal que sea también el camino que cruzan los terroristas para llegar a Europa. Además, Turquía es el foco de atentados como el de Ankara o Suruç, que pone en la cuerda floja al Gobierno de Erdogan con los kurdos.