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TEATRO

El Matadero acoge una versión renovada de Los justos, de Camus

Por Cristina González BoyarizoTiempo de lectura2 min
Cultura30-09-2014

Los justos es una obra de teatro escrita por Albert Camus en 1905. Su argumento se inspiró en el periodo de la Revolución Rusa y gira entorno a un grupo de revolucionarios que buscaban atentar contra la vida del zar. Con un argumento tan rompedor el filósofo pretendía plantear un dilema moral de gran envergadura sobre la delgada línea que separa el espíritu de lucha por la patria y la violencia para lograr lo que se pretende. En su momento resultó totalmente innovadora. Se estrenó, además, en los años 40, cuando la Segunda Guerra Mundial y el nazismo azotaban a la sociedad con más fuerza, lo cual propiciaba que los ciudadanos la viesen con mayor interés e incluso empatía.

Ahora Javier Hernández Simón y José A. Pérez han adaptado el libreto de Camus actualizándolo a una problemática muy presente hoy en día. Ambos llevaban tiempo pensando en escenificar el conflicto etarra, pero no se decidían a hacerlo para no ser tachados de propagandistas y no se creyese que se erigían como pacifistas con la solución definitiva a los problemas de su tierra vasca. Sin embargo, cuando dieron con Los justos, lo vieron claro y actualmente es su versión la que el público podrá disfrutar en el Teatro de Matadero desde el próximo 1 de octubre. La acción se traslada así a 1979, cuando en los inicios de la democracia, una de las primeras células terroristas de ETA pretende atentar contra el gobierno. Todo marcha según lo previsto hasta que un desencuentro de tipo moral dentro del grupo dificulta la perpetuación del crimen. Es entonces cuando surgen dos franjas con ideologías diferenciadas dentro de la organización. Aquellos que piensan que deben alcanzar su objetivo usando las armas y los que optan por el diálogo. Así se va desmembrando la creación de la agrupación, sus dificultades y sus primeros años de andadura y transformación de los sentimientos independentistas a los radicales violentos. Es un acercamiento al terrorismo que invita a la reflexión. ¿Por qué este sigue vigente? ¿Quién lo continúa? ¿Cómo se puede llegar a entender algo así? Aprovechando la reinvención de esta obra, sus hacedores incluyen la crítica y retrospectiva hacia la situación económica imperante en España a día de hoy, una sociedad dominada por el valor del dinero, donde el bienestar espiritual ha pasado a un absoluto segundo lugar: “En estos tiempos los seguidores de Camus no podemos evitar fijarnos en su obra para ilustrar lo que está pasando”, afirman. Para la puesta en escena se optó por un decorado y contextualización austera, se deja a un lado el realismo para hablar a través de símbolos que se interpretan solos. Aunque el argumento critica fuertemente la violencia armada, también quiere mostrar a los terroristas como personas que sufren y se preguntan si lo estarán haciendo bien. Los actores, por último, muestran gran versatilidad en sus papeles. Los personajes de Camus eran demasiado rígidos y estos se encargan de dotar a los protagonistas de los matices que les faltaba y que hacen la historia aún más creíble.