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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

El 'selfie' del verano

Fotografía  (©foto: )

(©foto: )

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad23-07-2014

La que se lió el pasado mes de abril cuando Cáritas adelantó datos sobre la pobreza y la exclusión social en España. Al mismísimo ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se le atragantó la denuncia que hizo la ONG de la Iglesia católica cuando equiparó el dinero destinado al rescate de las autopistas con el que se necesitaría para ayudar a muchas familias que sobreviven mes a mes con serias dificultades económicas. Ahora, en pleno mes de julio, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, viene a desdecir a Montoro (qué pensará el responsable de Hacienda de los 23.000 sin techo que cataloga el Instituto Nacional de Estadística), pasado ya el enfado y apaciguados los humos con la menor carga informativa que siempre llega con el verano. Lo que ha aprobado hace unos días la ministra Mato con las Comunidades Autónomas, en el seno del Consejo Territorial de Servicios Sociales y Dependencia, no es nada nuevo, pues se conocía desde hace meses, pero vuelve a poner sobre una mesa una realidad que se palpa a pie de calle y que ve su consuelo en las parroquias. El Gobierno destinará 17,4 millones de euros para ayudar a las familias con menores a cargo y que se encuentren en una situación de pobreza material severa como consecuencia de la crisis. Según el organismo que dirige la ministra Mato, ese dinero irá a combatir la pobreza infantil con ayudas a la alimentación, el aseo personal, el vestuario o pagos de gastos del hogar como la luz o el agua. Sin embargo, la división de opiniones levanta una polvareda cuando se echan las cuentas. El criterio para repartir ese fondo es la tasa Arope (según las siglas en inglés de 'At risk of poverty and/or exclusion' -personas en riesgo de pobreza y/o exclusión-) que marca la Unión Europea, lo que hace que Ceuta y Melilla perciban alrededor de 150 euros por niño mientras que un pequeño andaluz apenas alcanza los dos euros, una mera propina. Además, el fondo para combatir la pobreza severa lleva incorporada una partida específica de 1,4 millones de euros para familias de etnia gitana con menores a cargo y que vivan también en coyuntura de pobreza extrema. Sea adecuada o no la tasa Arope como criterio para el reparto (en vez de la cantidad de personas necesitadas por comunidad autónoma), la cruda realidad que tanto molestó a Montoro parece que estará un tiempo en vigor pues, evidentemente, harán falta mucho más que fondos extraordinarios para que el millón y medio de hogares españoles que viven en situación de exclusión social dejen de estarlo; una realidad que, con nombres y apellidos, afecta a más de cinco millones de personas en España. A pesar de los brotes verdes que se vislumbran en el horizonte, muchos, como señalan los criterios que fija la tasa Arope, no tendrán este año ni vacaciones ni teléfono móvil con el que hacerse el selfie del verano.