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LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Los ciudadanos protestan contra la censura digital y tratan de sortearla

Por Silvia Álvarez-BuyllaTiempo de lectura4 min
Comunicación13-04-2014

Los gobiernos de Turquía, Venezuela, México, Cuba, etc. tratan día a día de silenciar a sus ciudadanos bloqueando Internet y las redes sociales. Su único objetivo es tapar la crisis social que vive el país y controlar los flujos de información. Los medios de comunicación están al servicio del poder y, para los gobiernos, las redes sociales no pueden estar en manos de la población. Sin embargo, sortear la censura digital es, en ocasiones, más sencillo y muchas veces, gana la libertad de expresión frente al ansia de control gubernamental.

Los ciudadanos de los países donde existe censura de Internet no se quedan callados y salen a la calle para protestar contra las leyes restrictivas de sus gobiernos. Éste es el caso de Turquía donde miles de manifestantes se concentraron en febrero en el centro de Estambul con pancartas donde se leía “Internet o el Apocalipsis”. Su objetivo era protestar contra la aprobación de una ley que permite al Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan cerrar páginas web sin autorización judicial. Los manifestantes explicaban que los medios de comunicación están del lado del Gobierno y que bloquear internet llevaría a Turquía a una situación “similar a Irán y Corea del Norte”. Asimismo, Erdogan ha vuelto a atacar este fin de semana a la red social Twitter, a la que acusa de ser “un instrumento” para crear en el país una estructura de poder "paralela" y de ser “la peor amenaza actual para la sociedad”. No es la primera vez que el primer ministro hace referencia a las redes sociales. Durante las protestas de Gezi, criticó públicamente el uso de internet y varios periodistas fueron despedidos por expresar sus opiniones o publicar información sobre las manifestaciones en Twitter. Asimismo, el periodista de Azerbaiyán Mahir Zeynalov fue expulsado del país por criticar a Erdogan en su cuenta personal de Twitter. Al igual que en Turquía, los ciudadanos mexicanos se han manifestado para criticar la ley en materia de telecomunicaciones a través de la cual el acceso, uso y derecho al libre uso de Internet estarán bajo permiso y vigilancia del Estado y podrán ser retirados en cualquier momento. Por este motivo, las protestas se repiten en México y se realizan también en redes sociales a través del hashtag #NoMásPoderAlPoder. Los críticos con esta ley afirman que, bajo el “pretexto de la seguridad nacional”, el gobierno pretende ejercer control de la web. De la misma forma ocurre en Jordania donde el Gobierno ha bloqueado alrededor de 300 sitios web lo que ha provocado numerosas protestas en Internet y en la calle. Los críticos con esta medida se han unido para oponerse y se han concentrado ante las puertas del Parlamento. Asimismo, tratan de sortear la censura a través de las redes sociales. Además, tanto en Cuba como en China continúa la estricta censura de internet que ha llevado a muchos críticos con el régimen a salir del país como es el caso de la bloggera Yoani Sánchez que lejos de quedarse callada, publica un blog contrario al poder cubano, que ha alcanzado gran notoriedad ya que se ha traducido a más de 15 idiomas. Además, su cuenta de Twitter supera los 600.000 seguidores. Sin embargo, en el caso de Cuba parece que hay un mayor aperturismo y que algunas de las páginas que han estado bloqueadas durante años, ahora pueden consultarse. La Primavera Árabe comenzó en las redes sociales El imparable avance de internet y la llegada de las redes sociales han modificado el tradicional esquema de comunicación. Controlar los medios es más sencillo que dominar todo el espacio digital. Por eso, en este nuevo escenario de comunicación, la sociedad árabe, y en especial los jóvenes, vieron una oportunidad para sortear los controles y denunciar a sus gobiernos. La llamada Primavera Árabe comenzó en las redes sociales y, aunque de forma poco organizada, los ciudadanos consiguieron denunciar los abusos del gobierno y derrocar al poder. Las llamadas a la revolución a través de la red se hicieron reales y congregaron a miles de ciudadanos en Túnez, Egipto y Libia a la vez que llegaba esta información a los medios de comunicación internacionales y se hacían eco el resto de potencias. Ante esto, los gobiernos de aquellos países no fueron capaces de bloquear y coartar la libertad de expresión a través de esta vía. Los periodistas no podían acceder a los actos de protesta, pero los mismos ciudadanos, de forma anónima, trasladaron imágenes y testimonios a través internet para contar al mundo lo que estaba sucediendo. Lo mismo que ha ocurrido con las revueltas árabes podría suceder en otros países donde la censura es patente. El cerco mediático en Venezuela ha hecho que los ciudadanos del país recurran a la red para mantenerse informados y para comunicar a los demás qué está sucediendo, pese a que la red no se libra de la censura y algunas imágenes no pueden descargarse. Sin embargo, han encontrado herramientas que sortean ese bloqueo como la aplicación Zello que permite intercambiar mensajes de voz a través de canales privados o la aplicación FotoAhora con la que los usuarios comparten imágenes en Twitter con la fecha y lugar de la fotografía para que no se difundan imágenes erróneas. El intento de controlar el flujo de información por parte de los gobiernos y las protestas de los ciudadanos y su lucha por la libertad de expresión libran una fuerte batalla en internet y en las redes sociales. En algunos países la balanza se inclina hacia la libertad de expresión mientras que en otros todavía vence el poder del gobierno y la censura digital.