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ESTADOS UNIDOS

Los desacuerdos ideológicos dejan a EEUU en vilo

Por Elena PalenciaTiempo de lectura2 min
Internacional02-10-2013

El país que engendró la semilla del sueño americano pasa por una situación límite. Demócratas y republicanos no han sido capaces de llegar a un punto intermedio sobre los presupuestos y se han puesto en marcha los planes para afrontar el cierre del Gobierno, aprobado la pasada medianoche de este lunes.

Tanto el Departamento de Defensa, la NASA, las agencias públicas, los parques, los museos públicos, el Capitolio y hasta la Casa Blanca, entre otros, se han visto forzados a echar el cierre por la crisis que está pasando su gobierno. Como consecuencia, se estima que de los casi dos millones de funcionarios públicos que trabajan en la administración de Estados Unidos, unos 800.000 se quedarán sin trabajo hasta que se supere esta parálisis administrativa. Asimismo, se valora la posibilidad de clausurar oficinas, monumentos y atracciones turísticas nacionales, como la estatua de la Libertad, en Nueva York, o el monumento a Lincoln, en Washington. Todos ellos han recibido el nuevo día con carteles de “Cerrado por el cierre del Gobierno”. Los funcionarios públicos fueron informados del cierre y se les indicó que no deberían acudir a sus puestos de trabajo hasta nuevo aviso. Obama se dirigió a ellos el martes a través de una carta en la que les agradecía todo su esfuerzo y sacrificio a pesar de haber sufrido las consecuencias del recorte del gasto público: "Vuestro trabajo es vital para la seguridad de nuestra nación y la de nuestras familias. Y lo hacéis en este clima político que en los últimos tiempos os ha tratado muchas veces como un saco de boxeo". A pesar del aviso, los trabajadores han vuelto a sus puestos de trabajo como un día cualquiera, en esta ocasión para cerrar temas pendientes, avisar de su suspensión temporal y recoger sus pertenencias. Mientras tanto, este martes continuaba en el Capitolio la discusión sobre los presupuestos. El Senado ha vuelto a rechazar la propuesta de reunirse con la Cámara de Representantes para tratar el asunto de la financiación de la Administración. Por su parte, la cámara Alta ha repetido que sólo dará luz verde a una ley que prevea presupuestos provisionales para seis semanas y que no se refiera en ningún caso a la reforma sanitaria, una de las principales causas del desacuerdo presupuestario y del cierre del Gobierno. Pero, frente a esto, Obama se ha mostrado firme: “La reforma sanitaria está aquí para quedarse y este cierre pretende únicamente entorpecer nuestros esfuerzos para dotar de seguro de salud a quienes no lo tienen”. Y es que justo este martes empezó el proceso por el cual el 15% de la población estadounidense que no está asegurada, podía elegir el seguro que prefiriera de las opciones ofrecidas por las aseguradoras privadas. Eso sí, la gran parte de esa población, de ingresos inferior a los 28.000 dólares anuales, recibirían subsidios públicos para afrontar los seguros. Sin embargo, se estima que esta crisis va a ser de difícil solución ya que el si el Partido Republicano no logra acabar con la reforma sanitaria antes del 1 de enero, para conseguirlo más tarde deberá quitar los subsidios a todo aquel que los haya recibido.