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CHINA

Bo Xilai rechaza las acusaciones de corrupción

Por Alba P. HuertasTiempo de lectura3 min
Internacional22-08-2013

Bo Xilai, ex secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en la municipalidad de Chongqing y ex miembro del Politburó, se ha presentado este jueves ante el tribunal de Jinan, capital de la provincia de Shandong. Está acusado de corrupción, abuso de poder y aceptar sobornos. Durante el juicio Bo Xilai ha negado varios de los cargos de los que está acusado. La vista se ha celebrado a puerta semicerrada con la presencia de 110 personas entre ellas cinco parientes del acusado y 19 periodistas y sin presencia de prensa extranjera.

Se le acusa de aprovecharse de su cargo en Chongqing para cometer una “serie de actos de abusos de poder”. Además “recibió 21,8 millones de yuanes (2,67 millones de euros)” como soborno por parte de los empresarios Xu Ming y Tang Xiaolin. Los sobornos fueron realizados a través de su esposa, Gu Kailai, y su hijo, Bo Guagua. Y por último malversó cinco millones de yuanes (0,61 millones de euros) de fondos públicos. Durante el juicio, Bo Xilai ha negado haber recibido un soborno de 1,1 millones de yuanes (134.600 euros) por parte de Tang Xiaolin. Y ha asegurado que fue obligado a confesar durante los interrogatorios que le hizo la Comisión Central de Investigación de Disciplina del partido y ha añadido que “en aquel momento, no estaba al tanto de todos los detalles del asunto. Mi mente estaba en blanco”. También ha sugerido que Tang Xiaolin “está intentando que su propia pena sea reducida y por eso muerde en todas direcciones como un perro rabioso”. También ha negado haber aceptado dinero y regalos, incluido un chalé en el sur de Francia valorado en 20,7 millones de yuanes (2,5 millones de euros), de Xu Ming. Los fiscales han solicitado como mínimo diez años de cárcel de acuerdo con la ley. El juicio durará dos días y se anunciará el veredicto en septiembre. Se da por sentado que Bo Xilai será declarado culpable pero se descarta que sea condenado a muerte y ejecutado, pero sí es posible que pasé varios años en la cárcel y que incluso sea condenado a pena capital con suspensión de sentencia, es decir, cadena perpetua. Este juicio puede ser una oportunidad para que el presidente chino, Xi Jinping, consolide su puesto, despejar un obstáculo a su plan de reformas económicas y mostrar su compromiso con la lucha contra la corrupción, una lacra que afecta a la sociedad china. Kerry Brown, director del Centro de Estudios de China en la Universidad de Sidney, asegura que “esta es una importante pieza de labor doméstica para el Partido Comunista. No tiene nada que ver con hacer justicia, sino con dejar clara la distancia entre los últimos líderes y los actuales mediante la limpieza de uno de los últimos restos. La amenaza real de Bo se produjo antes del año pasado. Ahora de lo que se trata es de asear y asegurarse de que al menos en la superficie se ha seguido el debido proceso”. Bo Xilai fue expulsado del partido el pasado septiembre tras la acusación por parte de la prensa de corrupción; mantener relaciones con varias mujeres, algo prohibido en su partido; e intentar encubrir el asesinato por parte de su mujer de Neil Heywood, un empresario británico y amigo de la familia. El escándalo saltó cuando Wang Lijun, el ex jefe de policía de Bo Xilai en Chongqing, se refugió en el consulado de Estados Unidos en Chengdu en Sichuan ya que tenía miedo de que Bo Xilai intentara matarlo tras haber encontrado pruebas que incriminaban a su mujer en el asesinato de Neil Heywood. Todo el asunto hizo que se abriera una investigación oficial. En marzo del año pasado fue destituido como secretario del partido en Chongqing tras la acusación formal de su mujer. En agosto de ese año, Gu Kailai fue juzgada y condenada a muerte con dos años de suspensión de sentencia.