Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

SALUD

La primera vacuna eficaz contra la malaria ya está en marcha

Por Irene Flores RuizTiempo de lectura3 min
Sociedad09-08-2013

Un grupo de científicos estadounidenses ha logrado avanzar en la que sería la primera vacuna más eficaz que se conoce hasta el momento contra la malaria, según se ha destacado en un artículo que ha sido, recientemente, publicado en la revista Science. Aunque los resultados se han hallado en un estudio en fase preliminar, se ha logrado conseguir un 100 por cien de inmunización en los candidatos sanos a los que se les suministraba cinco dosis de la vacuna.

En concreto, los científicos de la firma Sanaria situados en Rockville (Maryland, Estados Unidos) son los que lo han desarrollado mientras que la evaluación clínica de este prototipo fue llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID, en sus siglas en inglés) en colaboración con el Instituto del Ejército Walter Reed de Investigación y el Centro de Investigación Médica de la Marina. La enfermedad de la malaria causa, alrededor, de un millón de muertes al año en el mundo, según anunció la Organización Mundial de la Salud en su informe sobre la malaria del año 2012. El prototipo de la vacuna se ha conocido bajo el nombre de “PfSPZ” e imita el efecto de la picadura de los mosquitos en los humanos, que es el único método que se conoce como más eficaz para obtener una protección duradera. La enfermedad de la malaria es causada por el parásito que es, comúnmente, conocido como Plasmodium falciparum que se trasmite por la picadura de los mosquitos del género Anopheles. Partiendo de este supuesto, los investigadores actuaron en otra forma de plasmodio conocida como esporozoito y, decidieron infectar las glándulas salivares del mosquito Anopheles para que, una vez picasen a los humanos, su organismo pusiera en marcha una respuesta inmune que les permitiera protegerse de desarrollar la enfermedad. El ensayo de este estudio preliminar ha contado con la participación de 57 voluntarios sanos de 18 a 45 años sanos. Un total de 40 participantes recibieron la vacuna mientras que los 17 restantes no lo hicieron. Posteriormente y con el fin de evaluar la seguridad de la vacuna, a las personas que fueron vacunadas fueron dividas por grupos y se les decidió suministrar diferentes dosis de la vacuna. Tras ser monitorizados durante siete días, los investigadores no observaron ningún efecto adverso asociado a la vacuna ni infecciones de malaria relacionadas con el suministro de la vacuna. Los investigadores encontraron, además, que de seis voluntarios que recibieron placebo, cinco personas se contagiaron de la malaria después de un año, que de los nueve que recibieron cuatro dosis de vacuna, sólo, se infectaron un total de tres y, que de los seis voluntarios que recibieron cinco dosis, ninguno de los voluntarios se infectó, lo que les permitió demostrar que con cinco dosis de la vacuna se lograría el 100 por cien de protección. Por otro lado y una vez analizadas las analíticas de sangre de los pacientes, los científicos encontraron que, a dosis más altas de la vacuna, se generaron anticuerpos contra la enfermedad así como en el otro sistema de reacción defensiva del cuerpo basado en células T. Sin embargo, el prototipo que se ha presentado, de momento, sólo puede inocularse de manera intravenosa en contra de las vacunas más comunes que se inyectan de manera intramuscular o intradermal o a través de la nariz. "A pesar de este desafío, los resultados del ensayo son un primer paso prometedor en la generación de protección de alto nivel contra la malaria, y permiten futuros estudios para optimizar la dosis, el horario y la ruta de entrega de la vacuna", ha señalado el jefe de sección de Inmunología Celular del Centro de Investigación de Vacunas del NIAID e investigador principal del ensayo, Robert A. Seder. Pero, existen más desafíos a los que se tendrán que enfrentar los investigadores. En concreto, aún queda mucho trabajo por realizar con el fin de conocer, una vez pasado un año, cuanto de eficaz es el efecto protector de esta vacuna. "Estamos ante una prueba de concepto, no ante una nueva vacuna, pueden pasar entre 10 y 15 años hasta que exista una”, ha asegurado el director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) y jefe del Servicio de Salud Internacional y Medicina Tropical del Hospital Clínic de Barcelona, Pedro Alonso. Sin embargo, el avance científico ya se ha puesto en marcha.