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TOROS

Cuarta Puerta del Príncipe para 'El Juli', el triunfo del toreo

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Espectáculos31-03-2013

El madrileño sumó tres orejas en la corrida del Domingo de Resurrección en Sevilla. Julián López El Juli destacó en la faena con el quinto de la tarde, un toro de Garcigrande que le permitió acercarse a su concepto de toreo. Su compañero de cuadrilla Luis García El Niño de Leganés resultó corneado por ese mismo astado. Completaron el cartel José Antonio Morante de la Puebla y José María Manzanares, que se fueron de vacío.

Julián López El Juli ha abierto la preciada Puerta del Príncipe: por cuarta vez. Y lo ha hecho, para más inri, el Domingo de los domingos, el día de la Gloria, otra fecha que marcará su biografía: el 31 de marzo de 2013. El madrileño sumó tres orejas (se pidieron más trofeos) y fue el claro triunfador de una tarde que en lo meteorológico y en lo artístico resultó un tanto gris para sus compañeros de terna, José Antonio Morante de la Puebla y José María Manzanares. "Nunca llueva a gusto de todos", dice el refrán. Se lidió un encierro de Garcigrande remendado con un ejemplar de Parladé, que saltó al ruedo maestrante en primer lugar. El momento cumbre del festejo llegó con el quinto de la tarde. Por entonces, El Juli ya tenía una oreja más en su esportón y salió entregado y dispuesto a dar un puñetazo en la mesa. La temporada de este año acabado en la cifra que para muchos es maldita había comenzado mal. El susto familiar por un accidente automovilístico que mantuvo a Julián convaleciente durante algunas semanas y su ausencia en ferias de peso hacían pensar que el madrileño tendría que volver a apretar este año para sonar tanto o más su sus rivales. Y no defraudó. Y Sevilla se rindió a sus pies. Los muletazos del quinto fueron de mano baja, arrastrando media muleta ante el hocico del animal, dibujando recorridos de largos pases, con recursos, inteligente, maestro, borracho ante la embriaguez de toreo que interpretó mientras sonaba la banda de música sevillana. Dice el torero que se ha acercado a su concepto del toreo. Ole. Ole a este Juli flaco y novilleril que ha sustentado tantos años la Fiesta. No todos se lo agradecen. Ole sin hacer de menos a sus compañeros de tarde y escalafón. En Resurrección fueron Morante y Manzanares, pero bien podrían ser otros. La rivalidad siempre ha hecho bien a la Fiesta. Y, aunque el triunfo de Julián parece haber escocido a algunos partidiarios de otros diestros, no se puede negar que su cuarta Puerta del Príncipe supone el triunfo del toreo mismo. La nota triste de la tarde de Resurrección sevillana la protagonizó Luis García El Niño de Leganés, banderillero de la cuadrilla de Julián López, que resultó cogido durante el tercio de banderillas al quinto toro. El torero de plata se recupera de las tres cornadas que sufrió en el percance. Su maestro le dedicó el triunfo. Otro detalle que engrandece el toreo.