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POBREZA INFANTIL

Siete millones de niños mueren al año por diversas causas

Por Cristina AlcaldeTiempo de lectura2 min
Sociedad21-11-2012

Los menores de cinco años son los más propensos a padecer enfermedades que, por falta de medicamentos y atención sanitaria, impiden su recuperación y acaban con su vida. En el año 2011 murieron siete millones de niños antes de cumplir los cinco años, de los cuales más de la mitad podrían haberse recuperado.

Las principales causas de muerte de estos niños son las complicaciones por parto prematuro, la neumonía, la diarrea, la asfixia perinatal y la malaria. Sólo una tercera parte de las muertes infantiles están asociadas a problemas de malnutrición, que contribuye a contraer enfermedades graves. El riesgo de muerte es bastante elevado durante los primeros 28 días de vida, siendo las 48 horas posteriores al parto las más importantes para la supervivencia del recién nacido. Para evitar dicho riesgo, son necesarios un parto seguro y cuidados especiales. Es importante, a su vez, que desde su nacimiento se alimenten de leche materna, reciban vacunas y que tantos los alimentos como el agua no sean insalubres. Estas condiciones no se cumplen, y más de la mitad de muertes prematuras se podrían evitar gracias a las intervenciones médicas y al acceso a medicamentos. Los países más afectados son aquellos en vías de desarrollo, y se encuentran en África y Asia Sudoriental, donde se producen más del 70 por ciento de las muertes infantiles. Destacan Níger, Liberia, Mali, Chad, Uganda, Malawi, Guinea, Mozambique, República Centroafricana y Afganistán. En África sub-Sahariana, la probabilidad de morir antes de los 5 años se sitúa 16,5 veces más por encima de los países de ingresos altos. Así mismo, la mortalidad infantil es mayor en zonas rurales con familias pobres y menor nivel educativo. Los planes para combatir estas cifras y erradicar la mortalidad infantil, propuestos por el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), han logrado progresos considerables. Dichos objetivos adoptados por las Naciones Unidas en el año 2000, consisten en reducir la tasa de mortalidad entre los menores de cinco años en dos tercios respecto a la mortalidad registrada en 1990 (ODM 4). El ODM 5 se preocupa de la salud materna, dado que mediante la atención a las madres durante el embarazado reduce las posibilidades de muerte del recién nacido. Los Estados Miembros de la ONU han elaborado planes específicas para reducir la mortalidad en la niñez. En la celebración del 22 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, UNICEF lo ha lo ha dedicado a la desnutrición. Las conclusiones que aporta España son una mayor participación política y social para paliar la mortalidad infantil, al mismo tiempo que las reducciones fiscales y las prestaciones familiares en el ámbito económico fortalecen dicho objetivo. Un estudio riguroso de las causas y un análisis medidas favorecen la mejora en los índices de muerte prematura.