Naturaleza

Los osos panda vivían en Barcelona y Zaragoza

Por Adriana Robledo1 min

Sociedad15-11-2012

Este estudio realizado por los expertos del Instituto Nacional de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), en colaboración con los investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), La Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Valencia (UV), se basa en los restos encontrados en España de hace siete u ocho millones de años.

El panda gigante, cuyo nombre científico es Alluropoda melanoleuca, habría evolucionado de formas muy básicas tras encontrar en Els Hostalets de Piera y en Nombrevilla de Daroca los fósiles. Estos osos, caracterizados por su pelaje blanco y negro y por devorar bambú, son el tema recurrente entre biólogos y paleontólogos desde hace décadas. La investigación comenzó con el estudio español de los años 40 fundado por unos restos encontrados en Hungría que revelaban que pudo habitar en Europa durante el Mioceno. La falta de registros de esa época, hizo que no se pudiera confirmar hasta el descubrimiento y estudio de estos nuevos restos. Esto llevó a afirmar que la especie más antigua del panda era el Alluractos del Mioceno tardío de China. La nueva especie encontrada recibe el nombre de Kretzoiarctos y altera el calendario del linaje de los pandas. Según Abella "Creemos haber confirmado aquellos indicios que apuntaban los restos encontrados en Hungría". Los fósiles utilizados en el artículo, una mandíbula y varios dientes, ya se sabían que eran de oso, pero no habían sido investigados. Dos de los dientes, encontrados en los años 90 en Nombrevilla, estaban en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. La mandíbula y otros dientes fueron encontrados en el del Instituto Nacional de Paleontología Miquel Crusafont en Abocador de Can Mata Hostalets de Pierola, en Barcelona. "Ha sido la mandíbula hallada recientemente en el Abocador de Can Mata la que nos ha permitido relacionar los restos españoles y los húngaros con los panda” explica Abella. El término que da nombre a este antepasado del oso panda gigante, Kretzoiarctos, pertenece al paleontólogo Miklós Kretzoi quien lideró durante años las excavaciones de los yacimientos húngaros donde hallaron los primeros indicios de su existencia.