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VATICANO

Un juicio rápido y a la espera del perdón

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Sociedad07-10-2012

Las luchas internas de poder en el Vaticano y los supuestos documentos secretos cuyo contenido nadie sabe, movieron a El Cuervo a difundir información confidencial sobre la Santa Sede. Según él, no recibió ningún beneficio económico por ello y su misión era que Benedicto XVI se diera cuenta de algunas de las cosas que suceden en la Santa Sede.

El exmayordomo, Paolo Gabriele, le define como una persona manipulable y no siempre informada de lo que sucede en el Vaticano. Sea o no así, su actuación desleal al Papa le ha llevado a ser condenado a 18 meses de prisión, siempre y cuando el Papa no le conceda la dispensa. El escándalo de la filtración de documentos secretos se desató en enero de 2012 cuando la prensa italiana comenzó a hablar de información confidencial del Vaticano que iba a aparecer en el libro Sua Santita del Gianluidi Nuzzi. Para que esos datos llegaran a los oídos del escritor, era necesario que hubieran sido revelados por una persona muy cercana al Papa que tuviera acceso a los documentos más secretos. Pronto se presupone que fue el exmayordomo del Benedicto XVI, uno de sus hombres de más confianza, el que llevaba desde noviembre de 2011 pasándole documentos a Nuzzi. Desde entonces todo ha sido muy rápido: la publicación de la información, el juicio, la condena y la espera de un pronto perdón. Fue en febrero cuando el jefe de los servicios de seguridad del Vaticano, Domenico Giani, envió un informe al fiscal Nicola Piccardi, sobre los documentos vaticanos publicados en televisión y en varios diarios. El goteo de información confidencial era ya imparable. Se hablaba de un complot para asesinar al Papa antes de que acabara 2012 y seguían publicándose archivos secretos en medios de comunicación. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, denunció la existencia de un Vatileaks para desacreditar a la Iglesia y a finales de abril el Papa creó una comisión cardenalicia para esclarecer esas filtraciones cuyo presidente era el cardenal español Julián Herranz. El 19 de mayo fue la fecha de la publicación del libro Sua Santita, de Nuzzi, donde los archivos salieron a la luz. En él se recogían documentos reservados enviados al Papa y a su secretario, George Ganswein, y de la Santa Sede, que desvelaban supuestas tramas e intrigas en el Vaticano. Cuatro días más tarde de la publicación, el mayordomo fue detenido tras encontrar en su domicilio cientos de miles de documentos confidenciales. Al día siguiente, Gabriele fue interrogado por primera vez por el juez instructor Antonio Bonnet, y declaró, en presencia de sus abogados Carlo Fusco y Cristiana Arru, que quería colaborar con la Justicia. A principios de junio, volvió a ser interrogado y se desveló que Gabriele era la fuente del escritor. El 21 del mismo mes se le ordenó arresto domiciliario y el 29 de septiembre comienzó el juicio. Sólo una semana después ha sido condenado a un año y medio de cárcel a la espera de que el Papa le perdone y se libre de esta pena.