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CATALUÑA PIDE AUTODETERMINACIÓN

Mas esconde en la autodeterminación su mala gestión de la Generalitat

Por Pablo RomeroTiempo de lectura2 min
España26-09-2012

Los nacionalistas catalanes han sido el apoyo del gobierno popular en Madrid y el PP ha sido la muleta que le ha permitido a Mas gobernar en Cataluña. Esto, se trataba de una simple relación de beneficencia por ambas partes. Se ayudaban a alejar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y partidos más radicales del poder a cambio de apoyo en la Cámara del Congreso. Esta "amistad" se ha visto muy deteriorada en el último mes al ver el rechazo del Gobierno al pacto fiscal que ha pedido CIU y después la disposición política a la independencia.

Las promesas sin cumplir por parte de Mas lo llevaron a un adelanto electoral. El catalán se comprometió personalmente a reducir el paro a la mitad, la cifra no solo no ha disminuido sino que ha alcanzado los 830.000 catalanes parados, récord histórico para la Comunidad Autónoma. También prometió impulsar la economía. Dos años después los datos no son favorables, el Producto Interior Bruto (PIB) ha caído haciendo entrar a Cataluña en la recesión. La Generalitat ha justificado sus medidas para reducir la deuda. Tampoco lo ha conseguido porque la deuda ha aumentado en dos años en 13.000 millones. Los recortes han reducido los salarios a miles de funcionarios, han cerrado quirófanos y centros de asistencia, han desaparecido 3000 maestros aunque los alumnos aumentan en 30.000, la universidad catalana es la más cara de toda España, ha implantado el euro por receta y subido el Impuesto de la Renta para Personas Físicas (IRPF), no paga a las entidades sociales y las listas de espera tienen a 80.000 pacientes para operar y más de 200.000 esperando pruebas médicas. Eso sí, Mas ha suprimido el impuesto de sucesiones que pagaban el 6 por ciento de los catalanes, aquellos con una herencia abundante para pagarla sin complicaciones, es decir, los ricos. Con este pobre balance, el presidente catalán debía afrontar un momento crítico en su legislatura, presentar unos presupuestos sin ningún tipo de apoyos. El PP se sentía traicionado y Esquerra Republicana (ERC) estaba sumida únicamente en la lucha independentista, como siempre que todo lo económico fue mal en Cataluña. Mas intuye que el ponerse al frente de todo lo que tenga que ver con la independencia es la única forma para que su partido pudiera continuar presidiendo la Generalitat a partir del próximo 25N. Así hizo el día de la Diada y aprovechó que Rajoy rechazara su pacto fiscal horas antes para amenazar al Gobierno con la independencia ante el clamor de los manifestantes. Con esta excusa, Mas construye su particular cortina de humo que atrapa a toda la oposición sin que parezca que su nefasta gestión durante estos dos años le vaya a pasar factura porque el debate no está en su gestión sino en el tema nacional. Cada paso que dé en favor de la independencia dará otro en tapar el rescate económico que las arcas del Estado español le irán proporcionando para la supervivencia de Cataluña.