PARAGUAY

Federico Franco insiste en que su llegada “no es un golpe de Estado”

Por Rafael García1 min

Internacional24-06-2012

Paraguay tiene nuevo presidente. Tras la destitución de Fernando Lugo, exobispo de izquierdas que llegó al poder en 2008, Federico Franco asume la presidencia del país. A Franco le espera un año complicado en el que tendrá que luchar por mejorar la economía de Paraguay y por limpiar la imagen internacional del país.

“Acá no hay golpe, no hay quiebre institucional” dijo Franco un día después de la toma de poder, y añadió que “es una situación legal que la Constitución y las leyes permiten para hacer un cambio cuando la situación se produce inviable”. Franco responde así a las especulaciones de algunos países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de que se trate de un golpe de Estado. El presidente paraguayo se comprometió para hacer cambios en el país, sobre todo en política exterior y en economía e insistió en su intención de estrechar lazos con países vecinos. Además Franco tiene experiencia en el poder ya que estuvo en el gobierno de Lugo como vicepresidente, cargo que dejó por las diferencias ideológicas que había entre ambos. La llegada de Franco no ha sido bien acogida por los países latinoamericanos que han expresado su rechazo e, incluso, han retirado a su embajador del país, como es el caso de Argentina y de Venezuela. Por este motivo, el actual presidente afirma que tiene pensado reunirse con Lugo para que le ayude a recomponer la imagen internacional de Paraguay. Franco nació en Asunción, ciudad en la que recibió su formación básica en tres colegios distintos. Cursó la carrera de Medicina en a Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción. Desde 1986 ejerció como médico cirujano, puesto que desempeño en el Sanatorio Franco, un hospital perteneciente a su familia ubicado en Fernando de la Mora. En cuanto a su carrera política, milita en Partido Liberal Radical Auténtico, el segundo partido político más grande del Paraguay. Antes de asumir la vicepresidencia fue gobernador del Departamento Central de 2003 a 2008, cargo al que renunció a finales del año 2007 para dedicarse a la campaña política y llegar al poder.