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ESTUDIO

Hay desconocimiento generalizado sobre los testamentos vitales

Por Raquel González Tiempo de lectura2 min
Sociedad14-06-2012

Irene Alcalá y Olga Bigas, autoras de un estudio sobre la información facilitada por profesionales sanitarios a la población en lo relacionado al testamento vital, afirman que existe “falta de información” en este campo, principalmente por la incomodidad que supone hablar de la muerte y por escasez de tiempo en las consultas. Solo el 34 por ciento ha recibido en alguna ocasión información, mientras que el 64 por ciento nunca ha sido aconsejado sobre este asunto.

Las investigadoras Irene Alcalá y Olga Bigas han estudiado el conocimiento que la población tiene acerca del testamento vital. Para ello, un total de 264 personas, con una media de edad de 53 años, que asistieron a un centro de salud de Cataluña entre noviembre de 2011 y enero de este año, fueron la muestra. El resultado refleja que solo el 34 por ciento son conscientes de la normativa, por lo que existe “falta de información” entre la ciudadanía. El 84,6 por ciento de la población considera útil hacer un testamento vital pero lo cierto es que el 64 por ciento desconoce cómo hacerlo y las condiciones. Así mismo, “solo el 10 por ciento de los pacientes encuestados refiere incomodidad para hablar del tema,”, apuntan las expertas. Solamente un 6 por ciento recibe esta información por parte de los médicos, un 22,3 por ciento a través de los medios de comunicación y un 7,5 por ciento por personas de su entorno. La validez legal es otro asunto que muchos ignoran, concretamente el 75,5 por ciento de la población y el 80 por ciento desconoce si se necesitan testigos, representante legal y notario. Por su parte, Susana Marín, presidenta del Comité organizador del 32º Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) al que se ha presentado el estudio, manifiesta que, “en general, los médicos tenemos una actitud positiva hacia la utilización y utilidad de este documento y la postura del paciente también es favorable. Sin embargo, este sentimiento positivo contrasta con los datos de que menos de un 25% de los adultos completan el documento. Podemos decir que sí existe una predisposición a cumplimentar su voluntad anticipada, pero no en un futuro cercano", principalmente por la incomodidad que les produce a la mayor parte de la sociedad de hablar de la muerte, sobre todo de la propia, e incluso por el miedo de los profesionales a “molestar al paciente”, a lo que se suma el breve periodo de tiempo de las consultas.