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PENSIONES

La OCDE aboga por retrasar la edad de jubilación

Por Alba García AmayaTiempo de lectura2 min
Economía11-06-2012

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha recomendado este lunes a los gobiernos aumentar de forma gradual la edad de jubilación más allá de los 67 años para garantizar que los sistemas de pensiones puedan ser adecuados y asequibles para los gobiernos. “Los trabajadores actuales y los del futuro tendrán que trabajar más tiempo antes de retirarse y tendrán pensiones publicas inferiores”, ha señalado la Organización.

La esperanza de vida ha aumentado y por ello la OCDE ha optado por fijar un mecanismo que, de manera automática, fije la edad de jubilación en función de la evolución de la esperanza de vida. En este primer informe de perspectivas sobre las pensiones publicado el lunes, la organización ha abogado por aumentar la edad de jubilación. “Durante los próximos 50 años, la esperanza de vida al nacer se espera que aumente en más de 7 años en las economías retrasadas”, dice el comunicado, por ello la edad de jubilación en la mitad de los países de la OCDE será a los 65 años, y en 14 países será entre 67 y 69 años. La organización ha constatado en un estudio dedicado a analizar las reformas de los últimos años que la crisis económica ha tenido un “impacto profundo” en las cuentas publicas de la mayor parte de sus 34 países miembros, lo que ha obligado, entre otras cosas, a hacer reformas en los sistemas de pensiones. Por ello, también ha recomendado incentivar las pensiones privadas, incluso con carácter obligatorio, ya que prevé que los beneficios de los sistemas públicos se reducirán en el futuro. La OCDE ha destacado que una forma “efectiva y transparente” de elevar la edad de retiro, incluso por encima de los 67 años, sería vinculándola a la esperanza de vida, como ya se ha estipulado en países como Dinamarca e Italia. Además, ha reconocido que los ajustes automáticos entre la edad de jubilación y la esperanza de vida son, a menudo, “complejos, difíciles y crean incertidumbre sobre los beneficios futuros”, por ello han pedido “graduación y transparencia en su implementación”. Las reformas que se han llevado a cabo en el último decenio en los países miembros de la OCDE han provocado una reducción de los beneficios de las pensiones públicas entre un 20 y un 25 por ciento, una tendencia que en el futuro se marcaría más, según ha constatado la organización. En la práctica, quienes comiencen a trabajar ahora pueden esperar de media en los 35 países de la organización una pensión pública equivalente a la mitad de su remuneración, en caso de que completen el periodo de cotización. En España, donde no es obligatoria la cotización a un fondo privado, la “tasa de reemplazo”, es decir, la proporción de prestación de jubilación que se obtiene en comparación con el último sueldo de un individuo, se sitúa en décima posición, muy por encima de la media con un 84,9 por ciento, siendo la media de un 68,9 por ciento, colocándose por encima de Italia (71,7 por ciento), Francia (60,04 por ciento), Alemania (47,3 por ciento) o Estados Unidos (37,4 por ciento).