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DOCUMENTA MADRID

Los documentales invaden Madrid

Por Antonio PinedaTiempo de lectura4 min
Cultura11-05-2012

El viernes se pudo ver La sensibilidad, el retrato de dos consuegras cuyos hijos desaparecieron durante la dictadura militar de Videla, en Argentina. A través de recordar sus vivencias, se esboza la personalidad de dos mujeres antagónicas, no solo por su dimensión espiritual, sino también por sus diferencias sociales. Una interesante visión sobre el paso del tiempo, con sus aciertos y errores.

Fue el documental Kanús la cinta que mejor acogida recibió la primera jornada. El documental narra el choque no violento entre un indígena y un colono mestizo de Perú, enfrentando la defensa de la excepción cultural y la necesidad de avanzar en un mundo dependiente del progreso técnico. El sábado 5 se estrenó Entorno a Metring, un cortometraje extraño, surrealista y penetrante. Su directora, Carmen Correa, habló del mismo como un intento de desmaterializar la obra, un camino para entender el cine como un éxtasis contemplativo. Se pretende hacer de la obra de arte algo intangible reduciéndola a sensaciones, sentimientos, recuerdos que nos evoca. Una obra experimental que a más de uno cogió desprevenido, pero que merece cierto detenimiento. Después de este interesante corto vendrían las dos mejores piezas que, hasta la fecha, se han visto en el festival. En A stoty for the Modlings (Una historia para los Modlings) se reconstruye, en 25 minutos, la vida de una familia americana asentada en Madrid. Una caja tirada en la calle con fotografías, una cinta de video, otra de audio e infinito afán investigador. La historia arranca con una narración en off sobre la proyección de los créditos del clasicazo de Polanski, La Semilla del Diablo. Tan perturbadora como es película es el cortometraje que se construye sobre la historia de los Modlings cuyo cabeza de familia era un actor fracasado que aparece como extra en los minutos finales de la película de Polanski. Tan inquietante e hipnótico como el citado filme resulta el documental de Sergio Oksman. Una familia recluida en su piso casi a diario con las persianas bajadas, extraños rituales, pinturas llenas de misticismo divino. En definitiva, de lo mejorcito que hasta ahora se ha dejado ver. Es una pena que no se acabe ahondando un poco más en el origen de esas oscuras creencias que dominaban a los Modlings, y es que no hubiera sido nada fácil. A este corto, y sin mucho más tiempo que el de los aplausos de rigor, siguió otra de las grandes labores de documentación de Documenta Madrid, Le Khmer rouge et le non-violent (El jemer rojo y el no violento). Verdaderamente, su éxito no recae tanto sobre lo espectacular de su realización ni lo novedoso de la temática. Lo grande de este largo es las reflexiones a las que invita el hecho que recoge. El documental filma las citas entre un abogado y su cliente, así como el posterior juicio. El acusado es Duch, dirigente de una de las muchas prisiones en las que el régimen camboyano de Polt Pot se encargó de torturar y asesinar a miles de personas. Así, se articulan dos interesantes reflexiones: qué es la humanidad, es decir, cuáles son esas supuestas virtudes que definen al hombre, cómo y por qué se pierden, dónde está límite del género humano y si se puede retomar la senda perdida. Pero también se plantea una cuestión que el psicólogo Stanley Milgram trató de dilucidar en el experimento que lleva su nombre. Con su experimento Milgram trató de adentrarse en la responsabilidad y capacidad de libre decisión del ser humano cuando se le expone a una autoridad superior, aun cuando las órdenes recibidas pudieran contravenir su código moral. El domingo, el Círculo de Bellas Artes acogió una sesión de tres documentales sobre la realidad política y social de Cuba. De esos tres el más destacable por su concisión fue Perros, un cortometraje mudo que personifica en la vida de estos animales la cotidianidad del pueblo cubano. Uno desaliñado y flacucho en los suburbios, un pitbull musculoso en un decadente gimnasio u otro melenudo y lisonjado en una impoluta mansión son algunas de los perros con los que juega el realizador. Este mismo edificio proyectó dos interesantísimos documentales sobre la ceguera, Memorias del viento y Planet of Snail (El planeta de los caracoles), de los cuales el primero sobre todo, dejó en mi un poso mucho más reflexivo, además de cierta conmoción, pues se trataba de plantear que pasaría con esa herramienta de la memoria que es la vista cuando se carece de ella. Documenta Madrid cerró el viernes 11 con el documental biográfico sobre Kafka y Crimen y Castigo, del afamado Zhao Liang sobre la frontera chino-norcoreana.