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RELIGIÓN

El Papa hace parada en México durante la gira iberoamericana

Por Patricia PérezTiempo de lectura1 min
Sociedad28-03-2012

Durante sus visitas apostólicas a Sudamérica, el Papa Benedicto XVI ha pasado por aquellos países con más problemas políticos y económicos. Uno de ellos es México, donde el Pontífice con un sombrero típico del país, aterrizó el pasado 25 de marzo. Miles de congregados que incluso habían acampado allí para estar más cerca del Papa, le esperaban en el Parque Bicentenario para la misa dominical.

Benedicto XVI sobrevoló la estatua de bronce del Cristo Rey que es un símbolo para muchos católicos mexicanos y la bendijo desde un helicóptero del ejército. La gran escultura de 22 metros de altura tiene los brazos extendidos en un gesto de misericordia y acompañada de dos ángeles que le ofrecen una corona real y otra de espinas. El propio Benedicto XVI explicó el significado de las coronas, "una de soberano y otra de espinas, indican que su realeza no es como algunos la entendieron y la entienden", es "un poder más grande, que gana los corazones: el amor de Dios que Jesús trajo al mundo y la verdad de la que dio testimonio". Antes de comenzar la misa, el Papa recorrió los pasillos que el público allí congregado, dejaban para pasar al papamóvil. De los 35.000 asistentes, muchos eran jóvenes que coreaban "Benedicto, hermano, ya eres mexicano" los que bendijo y de los que aceptó sus regalos. A la despedida en el aeropuerto internacional de Guanajuato, antes de despegar rumbo a Santiago de Cuba, pronunció un discurso muy conmovedor asegurando que "no es el final de mi afecto y mi cercanía a un país que llevo muy dentro de mí.  Las últimas palabras del Santo Padre antes de partir hacia Cuba fueron  "Queridos amigos mexicanos, les digo ¡adiós!, en el sentido de la bella expresión tradicional hispánica: ¡Queden con Dios!