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RELIGIÓN

Juan Pablo II abrió la reconciliación entre los Castro y el catolicismo

Por Pablo RomeroTiempo de lectura2 min
Sociedad28-03-2012

Juan Pablo II se convirtió en cabeza de la Iglesia en 1959 y fue a partir de ahí cuando la revolución de Fidel Castro intentó suprimir la religión católica en la isla. Esto supuso que el Sumo Pontífice no visitara la isla hasta 20 años despúes, siendo el último país en visitar de América Latina.

Fue a raíz de las visitas de 1996 y 1998 lo que marcó el deshielo en las relaciones entre la Iglesia católica y el régimen comunista tras cuatro décadas de enfrentamiento. El Papa anunció a su marcha que "Cuba se abra al mundo, para que el mundo se abra a Cuba". Las misas campales en cuatro ciudades, los doce discursos y la bienvenida de Fidel Castro a la llegada del Papa polaco, un anticomunista convencido al que se atribuye un papel en el derrumbe del bloque soviético, marcó un antes y un despúes en la historia de Cuba. Se reunieron por primera vez en noviembre de 1996 en el Vaticano, en el marco de una cumbre sobre la hambruna organizada por la FAO en Roma. Tras su encuentro, el revolucionario declaró que había conocido a un hombre "de gran bondad y realmente noble" y que había sentido un fuerte "impacto". En la visita de 1998, en sus mensajes apostólicos en Cuba, Juan Pablo II evitó los temas de mayor divergencia e incluso condenó el embargo que Estados Unidos mantiene sobre la isla desde 1962. Pidió clemencia para los presos políticos y reformas que combinaran libertad y justicia, pero no sostuvo encuentros con opositores. A la muerte de Juan Pablo II en abril de 2005, Cuba, el último bastión del comunismo en Occidente, decretó tres días de duelo nacional, algo que hacía sólo cuando fallecía un aliado político. Este gesto y el hecho de que Fidel mandara a su hermano y sucesor, Raúl, acercarse más a la Iglesia, demostró las buenas relaciones entre el régimen castrista y El Vaticano. La relación del gobierno cubano, desde que llegó al poder Raúl Castro, con la Iglesia se basa en el diálogo entre el presidente y el Cardenal Jaime Ortega. En 2010 se produjo la excarcelación de 130 presos políticos, entre ellos 52 que continuaban en prisión de los 75 condenados en la "primavera negra" de 2003. Según la oposición, todavía hay medio centenar de presos políticos en la isla, pero es gracias a la mediación de la Iglesia con el gobierno, se produjeron estas excarcelaciones.