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SIRIA

Dos bombas dejan 27 muertos en un fin de semana sangriento en Damasco

Fotografía Protesta en Londres contra la represión del régimen sirio (©foto: Amnistía Internacional)

Protesta en Londres contra la represión del régimen sirio (©foto: Amnistía Internacional)

Por David López MarchTiempo de lectura2 min
Internacional18-03-2012

Dos atentados contra dos edificios de seguridad del Estado dejan 27 muertos y un centenar de heridos en el barrio de Almmidan de la capital siria. El gobierno de El Asad culpa a bandas terroristas armadas y al grupo Al-Qaeda. Sin embargo, la oposición denuncia que es el propio gobierno el autor de los crímenes.

Dos coches bomba explosionaron en las inmediaciones de la sede central de los servicios secretos y la policía este sábado en Damasco a las 7:30 horas (6:30 hora peninsular). El primer objetivo fue la sede de Inteligencia de la Fuerza Aérea; el segundo, el edificio de la Seguridad Criminal y al menos una tercera explosión fue registrada en otro barrio céntrico de la ciudad. Este atentado se suma a la oleada de violencia que sufre el país árabe desde que el ejército tomara las principales ciudades. Aunque por el momento ningún grupo se ha adjudicado el ataque, Al- Qaeda ha difundido un llamamiento a las armas en el que apoya a los activistas contra el régimen. El ministerio de Interior del país ha condenado el ataque como "atentados terroristas perpetrados por suicidas" y ha afirmado que "las victimas son ciudadanos y efectivos de las fuerzas de mantenimiento del orden”. El Gobierno también ha incitado a los ciudadanos a denunciar "cualquier actividad sospechosa" y ha advertido que “aplicará mano dura con cualquiera que intente golpear la seguridad, estabilidad y unidad de Siria". Asimismo, un medico que fue entrevistado por la televisión oficial siria tras los atentados ha explicado que "casi todas las víctimas son menores y ancianos". Distintas plataformas de la oposición defienden la teoría de que el gobierno es responsable de querer desviar la atención internacional y de los observadores de la Liga Árabe. Según el Consejo Nacional Sirio (CNS), el régimen "quiso dirigir un mensaje de advertencia a los observadores (de la Liga Árabe) para que no se acerquen a los centros de seguridad". En el mes de diciembre, la última misión de reconocimiento de la Liga Árabe sobre el país tuvo que ser cancelada debido a las continuas presiones que ejercían gobierno y oposición sobre los investigadores para influir en sus decisiones y por las continuas batallas. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, expresó su preocupación por el "deterioro" de la situación en el país y reclamó "el cese inmediato de toda violencia". Esta misma semana, Ban había declarado que la ONU estaba preparada para proveer "asistencia" técnica si así se lo solicitaban, y volvió a pedir al régimen de El Asad que ponga fin a la represión. Desde que estalló la revuelta contra el régimen sirio el pasado marzo, han perdido la vida unas 9.113 personas. Según el último informe emitido por el Observatorio de los Derechos Humanos, entre ellas 6.645 son civiles; 1.991, militares y 471, rebeldes.