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GRECIA

El primer ministro griego da marcha atrás y retira el referéndum

Por Amada MaxwellTiempo de lectura4 min
Internacional05-11-2011

Tras tener a toda Europa en vilo, al final, nada de referéndum. Después de una jornada repleta de negociaciones, el primer griego Yorgos Papandreu decidió dar marcha atrás y no someter a consulta popular el plan de rescate acordado con la UE el pasado 27 de octubre.

El aumento del segundo rescate a Grecia fue pactado hace apenas dos meses y fue modificado hace poco. La quita que la banca aceptará de manera 'voluntaria' aumenta desde el 21 por ciento pactado inicialmente hasta el 50 por ciento, con lo que su aportación al rescate rondará los 100.000 millones de euros. Esta opción era necesaria para que, según un informe de la Troika, "Grecia pudiera llegar a 2020 con un saldo vivo de deuda del 120 por ciento del PIB". Además, los socios del euro aumentarán su contribución al rescate griego en 30.000 millones de euros más. Así la aportación pública (a través del fondo de rescate) será en total de 139.000 millones y la privada de 100.000 millones. En suma: 239.000 millones para tratar de poner punto final al problema griego. Tras mantener a la UE en vilo por su intención de convocar un referéndum que haría temblar a los mercados europeos, Papandreu decidió echarse atrás y afirmó que la cancelación del referéndum era precondición necesaria para iniciar el diálogo con la opositora Nea Dimokratia (Nueva Democracia) para la formación de un gobierno de unidad nacional. "Ya había dicho que si conseguía consenso, no sería necesario el referéndum", ha afirmado Papandreu, al tiempo que anunciaba que ha llegado a un acuerdo con Antonio Samaras, el líder de Nueva Democracia (el principal partido de la oposición), para negociar la formación un nuevo gobierno de unidad nacional. La oposición frontal dentro de su propio partido suscitó la idea de convocar el referéndum, y amenazaba con hacerle perder en el Parlamento la moción de confianza que finalmente salvó con un recuento ajustado de votos. "Tengo la responsabilidad de encontrar dinero para evitar al país la bancarrota", ha destaco Papandreu durante su discurso en el Parlamento, en el que no ha dudado en calificar de "histórico" el acuerdo alcanzado con la UE el pasado 26 de octubre. "Los sacrificios están siendo difíciles, pero ayudaran a sentar los nuevos cimientos del futuro", ha señalado, destacando además que Grecia ya ha conseguido quitarse de encima buena parte de su deuda. Mientras tanto, la sexta reunión al máximo nivel del G-20 arrancó en Cannes (Francia) bajo la larga sombra de la crisis política griega. El dilema griego provocó numerosos encuentros paralelos e, incluso, la celebración de una minicumbre de los líderes de la Eurozona que se encontraban en esta ciudad de la Costa Azul francesa. La cita había sido ideada con un programa muy ambicioso por el Gobierno francés de Nicolás Sarkozy, presidente de turno del G-20, pero los acontecimientos en Grecia y, sobre todo, la difícil situación que vive Europa obligaron a bajar las expectativas. Los grandes temas de la cumbre del G-20, como las políticas para el desarrollo económico y social, se vieron eclipsados por la crisis griega. Los líderes del G-20 trataron de avanzar en el eje central de la cumbre, que se ha marcado como objetivo trazar un plan que permita lograr un desarrollo sostenible en el planeta. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue uno de los mandatarios que defendieron una iniciativa para que los países que no están sujetos a una austeridad presupuestaria pongan en marcha políticas de estímulo que favorezcan el crecimiento global. El G20 tiene previsto presentar este viernes un plan de acción que recoge el consenso en este sentido. La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido a las autoridades de Grecia que demuestren con "hechos" que desconvocarán el referéndum anunciado el pasado lunes por su primer ministro, Yorgos Papandréu. En declaraciones a medios de prensa alemanes en un receso de las reuniones del G20, Merkel aseguró: "para nosotros lo que cuentan son los hechos". La jefa del Gobierno alemán aseguró que no quiere inmiscuirse "en la política interna griega", pero afirmó que deberá haber desde Atenas un "sí" lo más pronto posible a los acuerdos alcanzados el pasado 27 de octubre porque si no será difícil "recuperar la confianza perdida". Las declaraciones de Merkel se conocieron después de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmase en una conferencia de prensa al final de la sesión de trabajo de tarde del G-20 en Cannes que el mensaje enviado ayer por Francia y Alemania sobre la propuesta de referéndum en Grecia "ha facilitado una toma de conciencia que debe confirmarse". Sarkozy alabó el apoyo de la oposición griega al plan europeo de rescate, que calificó de "extremadamente importante" y la actitud de Papandréu al decir que "el referéndum no es un fin en sí".