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ORIENTE PRÓXIMO

Cuatro atentados en cinco días siembran el pánico entre los ciudadanos israelíes

Por Pablo FernándezTiempo de lectura2 min
Internacional31-03-2002

Los atentados se suceden y no hay esperanza de que paren. Dieciséis personas murieron en Netania el pasado martes tras explotar la carga que portaba un suicida palestino. Durante el pasado fin de semana, otra bomba en un restaurante de Haifa provocó, al menos, 12 muertos.

El conflicto de Oriente Próximo lo sufren también los ciudadanos de uno y otro lado de las fronteras de los territorios ocupados. Los civiles israelíes viven días de terror ante la intensa oleada de atentados suicidas de los grupos integristas palestinos. Supermercados, bares o en plena calle, cualquier lugar puede ser el elegido por los kamikazes Cuatro atentados en cinco días son la respuesta de los integristas a la ruptura de las conversaciones entre israelíes y palestinos, a la mediación del enviado estadounidense, Anthony Zinni, y al documento de los líderes árabes en la Cumbre de Líbano. Pase lo que pase en los despachos, los atentados continúan. No parece que los ataques terroristas de los radicales islámicos vayan a disminuir en los próximos días. Todo lo contrario. El pasado martes, en vísperas de la Cumbre de la Liga Árabe en Beirut (Líbano), un suicida palestino provocó la peor matanza desde hace nueve meses en Oriente Próximo. El kamikaze hizo explotar una gran carga explosiva en el interior de un hotel de la ciudad costera israelí de Netania. Murieron 16 personas. Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y Hamás, organizaciones que actúan al margen de los dictados de Yasir Arafat, se autoatribuyeron el crimen. El atentado supone el mayor acto terrorista en la zona desde el pasado 21 de junio, cuando un suicida asesinó a 21 personas a las puertas de una discoteca en Tel Aviv. Pero no fue el único que buscó la masacre. El pasado sábado otro hombre activó una bomba en una cafetería de Tel Aviv. Murió él e hirió a 30 personas. Horas después otra bomba explotó en un restaurante de Haifa y acabó con la vida de 12 ciudadanos. La reacción del primer ministro israelí, Ariel Sharon, a estos actos es siempre amenazadora e inquietante. Sharon prometió "usar todos los medios posibles" para acabar con esta sangrienta oleada de atentados.